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sábado, 28 de noviembre de 2015

Cubanos en conflicto migratorio en Centroamérica: Cuando el viaje se hace más largo

Roberto Alfonso Lara, Zulariam Pérez Martí y Darilys Reyes Sánchez

Mientras la reunión extraordinaria de cancilleres del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) se debatía por un consenso el pasado miércoles en El Salvador, la cifra de migrantes cubanos varados en la zona fronteriza entre Costa Rica y Nicaragua aumentaba hasta rebasar las 3 mil 500 personas. El encuentro concluyó sin una solución, al menos de forma institucional y conjunta.
"Cada país se reserva el derecho de aceptar o no a estos migrantes, señaló a la prensa, el canciller salvadoreño Hugo Martínez Bonilla. La salida a esta situación tiene que ver con la decisión que cada país tome individualmente".

Costa Rica puso sobre la mesa la propuesta de un corredor humanitario para el traslado de estas personas. Nicaragua, por su parte, mantuvo la postura de no permitir el paso por su territorio para "no prestarse a legitimar políticas ilegales que causan daño, sufrimiento y pérdidas económicas a seres humanos, familias enteras", indicó allí el vicecanciller nica Dennis Moncada Colindres. Cuba, invitada a la cita, reiteró su disposición de recibir a quienes deseen regresar.
"Es un fenómeno de migración irregular. Los países coincidimos en que este es un problema que se incentiva desde un país de destino, apuntó Martínez Bonilla, refiriéndose a las leyes migratorias de Estados Unidos (EE.UU.) para con los cubanos. Todos los países expresamos y coincidimos que el factor que detona esa emigración está afuera de los países que estuvimos en la reunión de ahora".
Intervención de Rosario Murillo, coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía de Nicaragua, en la reunión del SICA





CUESTIÓN DE CRITERIOS


Cuando el joven tuvo conciencia de que podía decidir su vida, vendió la casa heredada de los abuelos. Luego la computadora y, por último, todos los objetos de valor. En sus 23 años jamás había pisado un aeropuerto y lo hizo convencido de no dar marcha atrás.
"Ahora está en Panamá queriendo llegar a Costa Rica. Tenemos incertidumbre, sobre todo por la situación de los cubanos allí. Ya hemos pagado sumas de dinero importantes. Quizás no fue la mejor opción para intentar llegar a Estados Unidos", explica su tío.
Un equipo de la editora 5 de Septiembre encuestó a los cienfuegueros para conocer sus criterios, aunque un 49 por ciento manifestó no saber o no querer opinar sobre el tema.
De acuerdo con estas apreciaciones, existen disímiles interpretaciones del asunto, algunas de las cuales establecen la generalidad.
"Yo los dejo pasar. Ellos salieron con un propósito. Si el gobierno 'americano' se quiere hacer cargo, problema de ellos, porque al final también están involucrados. Que los dejen pasar".
"Quien no quiera estar aquí que se vaya. Los de allá, esos que viven diciendo que sí, lo que deben hacer es dar las visas anuales prometidas, para que no se muera más gente en el mar".
"Aquí fue necesario pedir permiso de salida para viajar por muchos años, y al aparecer una nueva Ley Migratoria, muchos emprendieron vuelo".
"Más allá de un problema político, es económico. Alguna solución hay que buscarle al tema desde Cuba, para que la gente no siga emigrando".
"Los países no se pueden desentender del flujo migratorio. No estoy en contra de que pasen, pero debe hacerse de forma responsable y organizada".

Opiniones de cienfuegueros









"Varios de mis amigos se han aventurado. Muchos de los que pasan le piden a sus familiares que no lo hagan, porque es horrible. No sé hasta cuándo van a continuar en ese curso".




OTRAS MIRADAS


De las varias lecturas que deja el conflicto migratorio en Centroamérica, destaca sobremanera la irresponsabilidad de los gobiernos de la región en el control de sus fronteras. Ahora les preocupa, pero hasta hace par de semanas, el tráfico de personas a manos de los coyotes era habitual. El carácter extraordinario de la reunión del SICA vino a confirmar tal desentendimiento.
"Que pasen los cubanos" aún es el reclamo que se difunde en no pocos medios de comunicación y redes sociales. Incluso, la mayoría de los cienfuegueros entrevistados, considera esa la solución ideal. Sin embargo, desde lo objetivo no era el corredor una opción viable. Así lo confirmó a la agencia AFP, la ministra de Movilidad Humana de Ecuador, María Landázuri, al explicar que este solo aplica a situaciones de guerra o confl icto armado.
Violentar dicha disposición crearía un peor precedente en el área, al favorecer a los cubanos en su ruta hacia EE.UU. cuando miles de centroamericanos no tienen igual oportunidad.
Por su parte, Laura Dogu, embajadora estadounidense en Managua, confirmó la voluntad de su país de mantener las leyes migratorias establecidas. "Tenemos que aplicar la ley, y en Estados Unidos así es la ley", dijo.
Tampoco puede obviarse el derecho de cada nación a actuar conforme a sus intereses y principios de soberanía, incluso cuando nos cueste comprenderlo desde un prisma esencialmente afectivo.
El retorno a la "carta blanca" como solución al éxodo de cubanos a mediano y largo plazos, constituye una alternativa descartable.
La actualización de la Ley Migratoria en 2013 refrendó un derecho legítimo del hombre —viajar a cualquier lugar—, al caducar el motivo que originó dicha política (el robo de talentos).
En el centro del conflicto, Cuba y EE.UU. tienen un rol protagónico en el actual dilema. Mejorar la situación económica acá, de modo que la vida sea más llevadera, resulta impostergable y el país se enfoca en ello, aun cuando tal reanimación no frenará el flujo de personas hacia otros horizontes.
Del otro lado, la Ley de Ajuste Cubano deviene el principal estímulo a la desproporcionada emigración ilegal. Corresponde al Congreso norteamericano poner fin a una política que "premia" al cubano por llegar a suelo norteño, amén del elevado costo material y humano.
Hablamos de soluciones a futuro, porque la salida al conflicto de estos días vendrá a cuenta gotas,según las iniciativas que asuma cada país, las cuales se anunciarán próximamente.
Todavía se desconocen los detalles, si bien la apuesta sería por un tránsito directo hacia EE.UU., sin más escalas en la insegura frontera centroamericana.
¿Pero alguien le ha preguntado al gobierno estadounidense si dejará pasar a los cubanos?
Cualquier otro recurso sería una solución parcial que, probablemente, nos llegue con menos cámaras y micrófonos. (Tomado de 5 de Septiembre digital)

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