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martes, 7 de agosto de 2012

¡Cuántos post de deuda en apenas una semana!


Cuando hace una semana encendí el intermitente de estacionamiento para una parada momentánea, Cuba andaba lejos en el medallero de Londres-2012. Mi coterránea Yanet Bermoy había dejado escapar por segunda ocasión la gloria bajo los cinco aros, pero justo ahora que regreso la Isla aparece ya en el puesto 13 de la lista de países, contadas las áureas de Leuris Pupo, el francotirador holguinero que inició la senda dorada yendo contra todos los pronósticos; la de Idalis Ortiz en el judo; y este lunes el segundo pergamino olímpico del abanderado cubano Mijaín López en la lucha grecorromana.

Siete días de mucha TV siguiendo cada actuación de los nuestros en la capital británica, loco por reportar, aunque sin los medios adecuados a mano para dejar en blanco y negro las emociones contenidas con las travesuras de un Pollo que hizo historia en las albercas londinenses, los levantones de un Cámbar que con su bronce regresó a Cuba al podio olímpico tras una ausencia de 16 años, la plata de Asley en el judo o saltando a la par que Yarisley en el intento por sobrepasar, sin más pértiga que el deseo, los 4,80 metros que la habrían catapultado al Olimpo. ¡Qué cerca, mulata!
Una semana que para colmo fue pródiga en momentos dignos de un post, un enlace en Facebook o el oportuno tuit en la red de los 140 caracteres, allí donde para no enredar la pita el viejo capitán dejó su bitácora en una suerte de piloto automático mientras disfrutaba del asueto.
Sentí no poder sumar mi ola al tsunami arrollador de mentiras en que se constituyó el Editorial de Granma titulado La verdad y la razón, al abucheo contra los gringos por volver a incluirnos en una lista que por sobradas razones encabezan ellos como vanguardia del terrorismo de Estado a escala global, o exponer desde lo hondo mi visión sobre el sentido tributo de Raúl a los mártires de la Revolución en la siempre heroica Santiago.
Caramba, este Fanal siempre celoso de la navegación faltó a su habitual reporte sobre la formación de organismos tropicales peligrosos para el área. Y aunque por fortuna Cuba no estuvo nunca en las trayectorias probables del ya casi huracán Ernesto, lo seguirá en lo adelante.
Tuve que compartir alegrías por la noticia de la convocatoria al IX Congreso de la UPEC con la única colega presente en el sitio donde descansé junto a la familia esta semana. Y a falta de una PC con Internet que de seguro habríamos turneado, sellamos el deseo de ojalá vernos en las sesiones de julio de 2013 con un brindis de auténtica cerveza dispensada, oficial como la Mizuno 200 y no bastarda como la que expenden algunos puntos a lo largo de la Isla.
Paso revista y siento de veras no haber tenido la oportunidad de contarles sobre esos y otros menesteres. Sin embargo, miro las estadísticas y alienta notar que lectores no faltaron, aunque tal vez llegaron pensando encontrar nuevos titulares.
De todos modos no fue tiempo baldío. En próximas entregas les prometo novedades sobre una de las obras monumentales en la provincia villaclareña, y alguna que otra imagen resultante de mi cotejo paralelo entre visitas a lugares donde se asestaron las estocadas finales a la tiranía batistiana y la lectura de una magnífica biografía del mexicano Paco Ignacio Taibo II del Guerrillero de América titulada Ernesto Guevara, también conocido como el Che.
Estoy de vuelta. Volvemos a la carga.

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