#CubaUS Nuevo acuerdo, un paso en normalización de relaciones migratorias

Josefina Vidal Ferreiro, directora de Estados
Unidos en la Cancillería cubana, esta tarde
durante la conferencia de prensa en la que se
informaron los detalles del nuevo acuerdo entre
Cuba y Estados Unidos sobre el tema migratorio.
Foto: Omara García (ACN)

Con la firma del nuevo acuerdo migratorio, Cuba y Estados Unidos dieron un paso importante para normalizar sus relaciones migratorias, aseguró en La Habana Josefina Vidal Ferreiro, directora general de EE.UU. de la Cancillería cubana.
La funcionaria dijo en conferencia de prensa que la eliminación de la política de pies secos–pies mojados y el programa de admisión provisional –parole– para profesionales cubanos de la salud que Washington aplica en terceros países, se excluyeron dos escollos importantes en el camino hacia la normalización de los vínculos entre los dos países.
Vidal Ferreiro reiteró que el nuevo acuerdo migratorio fue firmado en la capital cubana y entró en vigor esta misma tarde.
Con el compromiso suscrito se elimina el detonante de una crisis migratoria bilateral, se pone fin a una política de doble rasero discriminatoria y redundará en beneficio de las dos naciones y de la región.
A preguntas de la prensa, Vidal Ferreiro señaló que igualmente se contribuye a la seguridad de EE.UU., de Cuba, y se evitará que los ciudadanos cubanos se vean expuestos, con la emigración irregular, al tráfico y la trata de personas, al fraude migratorio y a la violencia.
Insistió en que se está dando un paso importante que responde intereses comunes, aunque puntualizó que para ser consecuentes, será necesario que el Congreso estadounidense derogue la Ley de Ajuste Cubano de 1966, única de su tipo en el mundo y que no se corresponde con el contexto bilateral actual.
Coincidiendo con el cuarto aniversario de la entrada en vigor de la Ley Migratoria de la Isla, proceso que ha transcurrido con normalidad, ratificó que el gobierno de la mayor de las Antillas garantizará una migración regular, segura y ordenada.
Apuntó Vidal Ferreiro que Cuba espera que el gobierno de Estados Unidos cumpla con la letra de este nuevo acuerdo migratorio.
Desde hace varios años la nación caribeña había manifestado su interés por lograr medidas conjuntas con el fin de solucionar los graves problemas ocasionados por la migración irregular, desordenara e incitada por las leyes y políticas de aquel país.
Tras casi un año de negociación y alentados por el restablecimiento de relaciones diplomáticas en julio de 2015, se logró concretar el documento, que según la directora general de EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores, se alcanzó sobre bases de respeto mutuo, gracias a la voluntad política de fortalecer esos vínculos y establecer nuevos entendimientos en diversos temas de interés común.
Cuba ratificó su compromiso de cumplir cabalmente con este acuerdo, garantizando el derecho de sus ciudadanos a viajar, emigrar y la posibilidad de regresar al país, de acuerdo con los requerimientos de la Ley.
Se conoció que las autoridades de la Isla adoptarán –paulatinamente– otras medidas para actualizar la política migratoria vigente.
La política de pies secos-pies mojados es una violación de la letra y el espíritu de los acuerdos migratorios logrados entre La Habana y Washington en 1994 y 1995, constituía un estímulo a la emigración irregular, al tráfico de emigrantes y a las entradas ilegales a Estados Unidos desde terceros países.
El programa de parole para profesionales médicos cubanos formaba parte de las políticas que buscaron durante años privar a Cuba de médicos, enfermeros y otros profesionales del sector, en una operación internacional de robo de cerebro promovida por el gobierno norteamericano y un atentado contra las misiones médicas humanitarias y solidarias de la Isla en países del tercer mundo, que tanto lo necesitan.