El bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos a Cuba -cuya implantación formal ocurrió hace exactamente 55 años este viernes- continúa hoy vigente, pese al reconocimiento en la propia nación norteña de su fracaso como política.
Esa medida norteamericana fue oficializada el 3 de febrero de 1962 mediante la Orden Ejecutiva Presidencial 3447, aunque la hostilidad económica comenzó en 1959, tras el triunfo de la Revolución cubana.
De acuerdo con un informe presentado por Cuba el 26 de octubre del pasado año ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en casi seis décadas el cerco causó daños superiores a los 753 mil 668 millones de dólares, total calculado mediante metodologías certificadas por instituciones estadounidenses y la consideración del valor del oro.
A precios corrientes, la cifra no es inferior a los 125 mil 873 millones de dólares, una suma nada despreciable, señaló en varias oportunidades el titular del ministerio cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.
También precisó que solo de abril de 2015 a abril de 2016 el bloqueo causó daños directos a la economía de la nación caribeña por 4 mil 680 millones de dólares.
Según el diplomático, no existe una familia cubana exenta de los efectos del bloqueo, el cual constituye la principal traba para el desarrollo del país y la fluidez de sus relaciones económicas internacionales.
Todas las áreas del quehacer cotidiano sufren de manera directa o indirecta el referido conjunto de leyes, aunque los sectores de la educación, la salud y la alimentación figuran usualmente dentro de los más afectados, a causa de su elevado impacto social.
Como cada año desde 1992, Cuba presentó en 2016 ante la Asamblea General del máximo organismo internacional un proyecto de resolución sobre la necesidad de poner fin al bloqueo estadounidense.
En esa oportunidad, se volvió a contar con el apoyo de la amplia mayoría de las naciones (191 países) y por vez primera en 24 años no hubo un solo voto en su contra, pues tanto Estados Unidos como Israel -escollos tradicionales en el ejercicio- se abstuvieron.
A modo general, los expertos coinciden en que ese resultado significa el reconocimiento público de la derrota de una política dirigida a privar a Cuba de todo respaldo, así como una evidencia de que el efecto conseguido fue el contrario: la nación caribeña cuenta hoy con un amplio apoyo internacional. (PL)
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