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martes, 16 de agosto de 2011

Posada Carriles se da banquete de odio en entrevista a EFE en Miami

Luis Posada y su abogado Arturo Hernández.
El terrorista Luis Posada Carriles, con cargos pendientes en Venezuela por el asesinato de 73 personas que viajaban en un avión civil, ofreció una entrevista a la agencia EFE permeada de mensajes de odio y ataques contra los líderes de la Revolución y el Presidente Hugo Chávez.
“Los días del Gobierno cubano están cerca de su fin… Eso se está acabando, aquello se enturbió, aquello es terror, la economía está destruida. Eso ningún un país lo puede aguantar”, vaticinó el ex agente de la CIA que vive libre en Miami después de un rocambolesco proceso judicial en los Estados Unidos, donde se le juzgó por mentiroso y no por asesino.
Según EFE, Posada Carriles “pasa su tiempo deseando la ‘libertad’ para Cuba y pintando cuadros que, en su mayoría, son paisajes de la isla caribeña y retratos de amigos”.
“Estoy en lo mismo: Esperando y buscando la libertad de mi patria. Tengo la pintura como un medio de subsistencia, pinto para vender mis cuadros, me gusta pintar y estoy como todos los cubanos y los venezolanos, esperando el gran final”, expresó el Comisario Basilio, alias con el cual se le conoce en Venezuela, adonde lo envió la CIA en 1967 para servir como asesor y torturador en la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP).
“¿Por cuánto tiempo el Gobierno de Venezuela puede ayudar a Fidel? Chávez también está perdiendo poder, hay muchos venezolanos pidiendo un cambio para poder sacar al payaso inteligente ese“, afirmó el terrorista confeso en la entrevista con EFE.
Venezuela reclama a Estados Unidos la extradición de Posada Carriles por la voladura de un avión de Cubana de Aviación en 1976 que causó la muerte de sus 73 ocupantes. Cuba lo acusa de ese y otros atentados con bombas a establecimientos turísticos de la isla en el verano de 1997.
Sin embargo, un juez de Estados Unidos dictaminó que no podía ser deportado ni a Cuba ni Venezuela invocando para el contumaz asesino y torturador de la DISIP, al que muchos califican como el Bin Laden americano, la Convención Internacional contra la Tortura.
En contraposición, esa misma "justicia" veladora de intereses espurios permite que desde hace casi trece años permanezcan en prisiones estadounidenses, cinco luchadores antiterroristas cubanos cuyo único delito fue no oficializar su status de agentes encubiertos, durante la penetración a grupos contrarrevolucionarios de extrema derecha radicados en la Florida.

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