Las enmiendas que republicanos y demócratas defienden hoy en el Congreso estadounidense en torno a las facultades del presidente Barack Obama para cerrar la cárcel en la base naval de Guantánamo, conforman un paquete con serias contradicciones.
El proyecto de ley de presupuesto del Departamento de Defensa para el año fiscal 2017 (NDAA) en el Senado, que asigna 602 mil millones de dólares al Pentágono para el período que comienza el próximo 1 de octubre y culmina el 30 de septiembre de 2017, prohíbe a Obama transferir a los reclusos que permanecen en esa instalación.
Sin embargo, las enmiendas aún pendientes de discutir en esta legislación van en diferentes direcciones: algunas de ellas pretenden incrementar las restricciones destinadas a evitar la clausura de esa penitenciaría y otras intentan suavizarlas, lo que conforma un conjunto de elementos contradictorios.
El senador demócrata Dick Durbin considera incorrecta la prohibición de cierre, porque la permanencia de dicha prisión "debilita nuestras alianzas, inspira a nuestros enemigos y pone en duda nuestro compromiso con los derechos humanos".
Los legisladores opuestos a la clausura están molestos con una provisión incluida en la NDAA, que asignaría fondos para un centro alternativo en territorio norteamericano para albergar a los detenidos de Guantánamo, por lo que media docena de senadores republicanos, encabezados por Jerry Moran, presentó una contrapropuesta.
Según Moran, "en su intento desesperado por cerrar esa cárcel y cumplir su promesa electoral, Obama compromete la seguridad nacional de Estados Unidos", por lo que todavía está pendiente que él presente un plan integral que justifique legalmente su estrategia de cierre de esa instalación, de acuerdo con lo dispuesto por el Congreso.
Pero los senadores que se oponen al cierre de la penitenciaría intentan imponer otras provisiones, entre ellas una que ampliaría la lista de países hacia los que los reos no pueden ser transferidos, en la cual se incluiría algunas de las 37 naciones sobre las que el Departamento de Estado emitió alguna advertencia de viajes.
Expertos citados por el diario The Hill dicen que estas diferencias de fondo, combinadas con el hecho de que las transferencias de prisioneros a Estados Unidos seguirían prohibidas, significan que la suma total de la NDAA tendría poco efecto en la capacidad de Obama para cerrar ese centro de detención.
Al menos así piensa el abogado Stephen Vladeck, profesor de la escuela de leyes de la American University y experto en legislaciones de seguridad nacional, para quien la versión senatorial de la NDAA tiene muchos aspectos contradictorios, pero ninguno de ellos altera el conjunto.
El plenario de la Cámara alta comenzará a trabajar en la NDAA a partir del 6 de junio, cuando los legisladores regresen del receso por el Día de Recordación de los Caídos (Memorial Day) y quienes proponen el cierre de la instalación están avanzando propuestas que permitirían a los detenidos declararse culpables en las cortes civiles a través de videoconferencias.
Especialistas en el tema estiman que cerca de una docena de los 80 detenidos en Guantánamo estarían decididos a declararse culpables, mientras otros 28 ya están autorizados a llevarse a otras naciones y otros 30 probablemente se les autorice próximamente, por lo que en total apenas quedarían en la prisión una decena de reos.
Como está establecido, las versiones de ambos hemiciclos del Congreso tendrán que ser reconciliadas y aprobadas a ese nivel antes de que se envíen a la firma de Obama.
Solo entonces se conocerá cuál será el texto final de esta propuesta de ley para el año fiscal 2017 en torno a la prisión que Washington abrió en enero de 2002 en la base de Guantánamo, enclave militar que Estados Unidos mantiene en territorio cubano contra la voluntad del pueblo y Gobierno de la nación caribeña. (Prensa latina)
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