Según el almirante Jonathan Greenert, jefe de operaciones navales, los medios emplazados están listos para atacar. |
Obama y los demócratas que apoyan la polémica acción bélica ya sobrepasaron una primera valla el miércoles cuando el Comité de Relaciones Exteriores autorizó el uso de la fuerza después de una votación 10-7.
El Senado planea ahora analizar el contenido de ese borrador en pos de redactar una resolución completa que debe ser presentada nuevamente en el plenario del Congreso el miércoles de la semana próxima.
Washington culpa a Damasco por una alegada violación de normas de la ONU en cuanto a empleo de armas químicas, pero otras autoridades afirman que los transgresores son los grupos terroristas opuestos al gobierno de Bashar al Assad.
El voto del Capitolio marcaría la primera vez que los legisladores debaten sobre intervención castrense desde que en octubre de 2002 dieron permiso a George W. Bush para invadir a Irak sobre la base de erróneas informaciones de inteligencia.
La resolución en cierne otorgaría al Ejecutivo la anuencia para una agresión contra Siria que no exceda 90 días y no involucre fuerzas terrestres en el teatro de operaciones.
Acorde con observadores políticos, una inesperada alianza entre el conservador Tea Party y liberales demócratas podría hacer naufragar planes de guerra de Obama en el territorio levantino.
Si fuera este viernes la votación final para confirmar el ataque del Pentágono, el mandatario solo contaría con el apoyo de un 20 por ciento del Congreso federal, según indagaciones de la agencia Bloomberg y la radio NPR.
En la Cámara de Representantes las oportunidades son aún menores, porque un cinco por ciento o 20 diputados han corroborado en público que respaldarán una acción militar contra el país árabe.
La organización demócrata MoveOn.org, que en 2012 recogió un millón de dólares para la reelección de Obama, advirtió que ahora cuenta con ocho millones de miembros renuentes a validar una agresión norteamericana en el Medio Oriente.
El senador republicano Rand Paul alertó al Presidente en pos de evitar una intervención en Siria, que -advirtió- podría acarrear consecuencias desastrosas para Estados Unidos.
No existen suficientes evidencias concretas que culpen al presidente Al Assad por el despliegue de armas con gases letales el pasado 21 de agosto en un barrio de Damasco, consideró el legislador de Kentucky.
Miles de manifestantes en varias ciudades de Estados Unidos se han pronunciado desde la semana anterior en oposición a una eventual guerra del Pentágono, luego que la Casa Blanca reafirmó sus intenciones de atacar.
Organizadas por movimientos populares espontáneos bajo el nombre StopTheWar (detengan la guerra), las demostraciones recorrieron calles de California, Nueva York, Texas, Massachussets, y Washington DC, entre otras jurisdicciones norteamericanas. (Información de agencias)
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