Una nueva organización política ha surgido en el escenario internacional. Se trata del conclave intervencionista de los “Ex” presidentes de España y América Latina que en vez de acogerse a un plácido retiro a disfrutar del dinero ganado, en la mayoría de los casos con las malas artes del robo y la corrupción, se dedican a meter sus narices en cuanto país de nuestro continente les venga en ganas, como si ellos fueran jueces supremos autorizados por mandato divino para darle título de “dictadura” o “democracia” a esta o tal cual nación escogida por ellos según sus criterios e intereses muy particulares.
El gobierno venezolano del Presidente Nicolás Maduro es el primero en haberse ganado la atención de este conclave siniestro, que a todas luces encabeza el ex Jefe del gobierno de España José María Aznar, el “caballerito” de triste figura y odiosa recordación para su pueblo, que sigue con su vieja manía de dictar pautas a otros países del continente americano, como si todavía viviéramos en los viejos tiempos del poder imperial español.
Ya son mas de dos docenas los “EX” que se han unido en el empeño por ejercer su nueva tarea intervencionista al viejo estilo del que fuera Embajador de Estados Unidos en Cuba en la década de los años treinta del pasado siglo XX, Benjamín Sumner Wells el procónsul imperial norteamericano que para “componer” los asuntos de Cuba, según las conveniencias de Washington, tachó de “dictadura comunista” al gobierno revolucionario de Grau-Guiteras en 1933, abriéndole el camino al poder al Sargento Batista, hechura de su sucesor el también embajador norteamericano Jefferson Caffery.
Para el trabajo sucio en Venezuela, el conclave de los “EX” han escogido al tránsfuga de Felipe González, otro personaje de triste y sucia historia como los demás, quien llegó a la jefatura del gobierno de su país como “socialista”, sin otra fortuna que unas cuantas pesetas de la época, para salir del Palacio de la Moncloa forrado en millones de Euros como todo un próspero corrupto capitalista .
Entre Aznar y Felipe González y el resto de la gavilla de los “Ex”, pretenden descabezar a Venezuela, descalificando a su Presidente Nicolás Maduro como un gobernante democrático, porque el poder judicial del país ha encarcelado a quienes intentaban llevar a Venezuela al caos y provocar la caída del gobierno legítimo de la nación, electo en comicios libres y democráticos.
La gavilla de los “EX” -de alguna manera hay que llamarle- hasta ahora no parece seguir instrucciones de Washington. Están por ahora en función de ensayo y espera para cuando según sus esperanzas, haya un cambio de gobierno en Estados Unidos y un nuevo presidente norteamericano les tome en cuenta para hacer el trabajo sucio en América Latina.
Hasta ahora son solo 25 los “EX”. Mañana pudieran llegar a 40. Serían los 40 ladrones en espera de Alí Babá.
Traducido del más allá por Max Lesnik.
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