El máximo tribunal español decidió este jueves suspender una huelga convocada por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), apoyada por la federación local en reclamo a una nueva ley sobre los derechos televisivos.
La suspensión de la huelga permitirá jugar las dos últimas jornadas ligueras, así como la final de la Copa del Rey entre el Athletic de Bilbao y el Barcelona.
La AFE anunció la semana pasada una huelga indefinida a partir del 16 de mayo por su descontento con una nueva ley que obliga a realizar una negociación colectiva por la venta de los derechos para mostrar el futbol en la televisión, pero la LFP, que representa a los 42 clubes de las dos divisiones principales, pidió que la acción fuera declarada ilegal.
La Federación Española de Futbol (RFEF), tras conocer el dictamen judicial, anunció que retira la medida acordada a principios de mes, en la que suspendía todas las competiciones de primera y segunda división.
El nuevo decreto ley de derechos de televisión, aprobado el mes pasado por el gobierno con el respaldo de la LFP, sustituirá al actual sistema en el que los clubes negocian los derechos de forma individual, algo único entre las principales ligas europeas donde se usa la negociación colectiva.
La medida pretende repartir de forma más equitativa los derechos de televisión a partir de la temporada 2016-2017 y eliminar algunas de las ventajas hacia los clubes más ricos y laureados, como el Real Madrid y el Barcelona.
La AFE apoya la idea de la negociación colectiva pero no está contenta con la cuota de dinero que se destina a los clubes de segunda división.
"Habrá fútbol", afirmó el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, mientras que el presidente de la AFE, Luis Rubiales, señaló: "Tenemos que acatar esta decisión. Pero los problemas siguen siendo los mismos y por eso estamos negociando".
De acuerdo con el programa, en la 37ª jornada, penúltima del calendario, un triunfo azulgrana bastaría para que el Barcelona recupere la corona que el pasado año cedió al Atlético de Madrid, precisamente su rival del próximo domingo.
La cómoda ventaja de cuatro puntos sobre el Real Madrid minimizaría las consecuencias de un eventual tropiezo de los de Luis Enrique en el Vicente Calderón, ya que un triunfo en el Camp Nou ante el Deportivo de la Coruña entregaría el primer título de la temporada al único aspirante español al triplete (Liga, Copa y Champions).
Para que el Barça no carene en puerto bajo fuegos de artificio debería sumirse en una debacle. En plata, ocurriría sólo si pierde en las dos jornadas restantes, mientras el Real Madrid, por su parte, cumple de manera obligada sus deberes ante Espanyol y Getafe. Esa es la única fórmula para que haya un campeón blanco. Las matemáticas no dicen otra cosa. Ciencia exacta al fin.
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