La RED de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales En Defensa de la Humanidad denuncia en esta hora crucial el grave intento golpista contra la Presidenta Dilma Rousseff y la abraza solidariamente junto al pueblo trabajador y honrado del Brasil.
“No vai ter golpe”, un clamor profundo se alza desde Brasil en defensa del gobierno de Dilma, de la democracia y el orden constitucional. Los analistas políticos concuerdan en que un impeachment (juicio político) sin base legal, puede considerarse como un golpe de Estado. Esa base legal no existe porque no hay una sola prueba que incrimine a la presidenta.
Estamos con todos los que se movilizan en las calles, campos, plazas, sindicatos, centros culturales y académicos para evitar el golpe y en defensa del gobierno que fue electo por 54 millones de brasileños y brasileñas.
Nos solidarizamos con el Consejo de la Federación Nacional de Periodistas del Brasil (FENAJ) que exhortó a todos los ciudadanos brasileños a resistir y luchar por la democracia, la justicia y la libertad, con el pronunciamiento de la Unión Brasileña de Escritores, y con los persistentes llamados de los juristas honestos y democráticos de ese país contra las arbitrariedades y la injusticia de los jueces venales aupados por la cadena O Globo, cómplice de la dictadura militar dedicada al linchamiento mediático de los gobiernos del PT y de las luchas sociales como la del heroico Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MST).
Lo hacemos cuando ellos han denunciado que está en marcha una conjura golpista de inspiración foránea para apartar a la más poblada y geográficamente extensa nación latino-caribeña de su destino en el mundo y, de manera especial, en Nuestra América.
El intento de golpe arreció cuando se convirtió en certeza la posibilidad de que Luiz Inácio Lula Da Silva, el mejor presidente de la historia brasileña, anunciara que se presentaría como candidato a las elecciones del 2018. El temor a que el pueblo elija a Lula y con él, sea posible un renovado mandato del PT en alianza con otras fuerzas políticas, desesperó a los sectores ultraderechistas en Brasil y en el mundo, que no desean un Brasil inclusivo de las grandes mayorías, y soberano, alineado a la multipolaridad y no a la unipolaridad imperial.
Todo cuanto acontece en Brasil –no se debe olvidar– tiene lugar en el contexto de una arremetida del imperialismo y las oligarquías nacionales aliadas a este en la región, los llamados golpes blandos, suaves o blancos.
Dilma expresó en declaraciones a la prensa: “Nosotros en Brasil ya tuvimos golpes militares. En un sistema democrático, los golpes cambian de método. Y un impeachment sin base legal es un golpe”.
Desafiando a las críticas a su decisión ratificó que el ex presidente Lula se incorporará a su equipo como ministro o asesor y nadie lo va a impedir. Y ante la actual crisis, abogó por la apertura de un diálogo sin rupturas democráticas.
Dilma y el pueblo brasileño defienden los más nobles intereses de su Patria y los principios que constituyen pilares de la República; afrontan su destino con dignidad y valentía: saben que su deber es luchar. El nuestro: estar junto a ellos. Incondicionalmente, apoyándolos en su determinación de que no van a aceptar el Golpe.
Secretaría Ejecutiva de la REDH
31 de marzo de 2016
Fuente: http://redh-novanatenergolpe.blogspot.com/
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