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miércoles, 6 de abril de 2016

Elecciones USA: Se tambalean favoritos. Cruz y Sanders ganan las primarias en Wisconsin

Bernie Sanders (izquierda) y Ted Cruz (derecha)
se llevaron la victoria en Wisconsin. /Foto: EFE
El republicano Ted Cruz y el demócrata Bernie Sanders salieron airosos frente a sus contrincantes partidistas en las elecciones primarias celebradas este martes en el estado de Wisconsin, al norte de Estados Unidos, resultado que confirma el vaticinio del analista David Brooks, quien señalaba temprano: "Los dos precandidatos punteros que parecían invencibles hasta ahora, de pronto enfrentan no sólo dudas sobre su eventual triunfo, sino si este momento podría marcar tanto una nueva etapa de la 'revolución política' convocada por el insurgente democráta como el principio del fin del republicano Donald Trump".

Confirmada por medios locales, la noticia señala que en las primarias de Wisconsin estaban en juego 42 delegados para los republicanos y 96 para los demócratas.


Sanders


La “revolución política” convocada por el precandidato demócrata y senador Bernie Sanders trae tremendamente preocupado al equipo de campaña de la favorita Hillary Clinton. Después de sus triunfos del llamado súper martes, ella y sus aliados, junto con la gran mayoría de los medios, nuevamente habían impuesto la narrativa de que era casi imposible superar la amplia ventaja de la precandidata del establishment.
Pero Sanders ha ganado, con la de hoy, siete de las últimas ocho contiendas desde el supermartes -algunas por márgenes aplastantes (en todas ganó con más del 67 por ciento del voto) y su victoria en Wisconsin se convierte en otro duro golpe a la Clinton, que sigue sufriendo un déficit marcado de entusiasmo popular para su campaña, sobre todo entre los jóvenes.
Por si todo fuera poco, como otro signo de cómo van las cosas en la competencia intrapartidaria, por tercer mes consecutivo Sanders consiguió recaudar más fondos en contribuciones individuales que la ex secretaria de Estado: 44 millones contra 29.5 millones en el recién concluido mes de marzo.
Hoy en Wisconsin Sanders instó a sus seguidores a generar una alta participación, y lo consiguió, asegurando con ello entusiasmar a sus potenciales votantes en las primarias del estado de Nueva York el 19 de abril para triunfar contra la Clinton. Poco antes del anuncio de su victoria en el norteño estado decidido este martes dijo: “No le digan a ella, pero si ganamos aquí y ganamos en Nueva York, creo que estaremos en camino hacia la Casa Blanca”.
Aunque Clinton tiene una ventaja promedio de 11 puntos en Nueva York, analistas señalan que Sanders ha logrado superar esas diferencias muy rápidamente en otros estados, y que si lo logra en Nueva York, eso cambiaría radicalmente la narrativa de este proceso electoral.

Trump


Donald Trump, el insurgente republicano que parecía imparable hasta hace unos pocos días, de repente se ve vulnerable después de la peor semana de su carrera, marcada por varios incidentes que, unidos a la nueva derrota de hoy, generan especulación sobre si la campaña del multimillonario está abocada al principio de su fin.
La semana pasada, al comentar que si el aborto regresa a ser ilegal, toda mujer que se someta a uno debería de ser “castigada”, provocó no sólo una reacción masiva del lado demócrata, sino también entre las filas republicanas (eso se piensa pero no se dice en público, acotaba Brooks). Y aunque el irreverente personaje intentó “corregir” casi de inmediato, ya era demasiado tarde.
Pero no fue todo. Después de semanas de ser criticado por fomentar la violencia contra opositores en sus actos proselitistas, su jefe de campaña, Corey Lewandowski, fue arrestado por haber emplear maneras bruscas contra una reportera de Breitbart News en un mitin cuando ésta intentaba acercarse a Trump para hacerle una pregunta. Trump y Lewandowski negaron tajantemente que eso hubiese sucedido, y hasta sugirieron que la periodista estaba inventando el incidente. Pero bastó que la policía revisara las imágenes de video que comprobaron la versión de los eventos esgrimida por la corresponsal del sitio de noticias ultraconservador.
A la vez, algunos de sus pronunciamientos sobre política exterior y política militar asustaron a generales del Pentágono, ex jefes de inteligencia y otrosaltos gerifaltes, varios de los cuales advirtieron públicamente que Trump no está mostrando suficiente juicio ni experiencia como para ser comandante en jefe. Todo ello, después de un intercambio de nivel de secundaria con su contrincante Ted Cruzdurante más de una semana, sobre cuál de sus mujeres era “la más buena” y/o cual era fea.
Para colmo, Trump rehusó -al igual que sus dos oponentes Cruz y el gobernador John Kasich- confirmar su compromiso de apoyar al que gane la nominación en la convención, mostrando el potencial de caos dentro del partido. Ante todo ello, la dirigencia republicana sostuvo una reunión de emergencia con Trump para intentar calmar las cosas. Saliendo de ahí, Trump prometió que intentaría “unir al partido”. Pero obviamente nadie lo cree.
Tal vez no tendrán que preocuparse ya que algunos analistas y comentaristas politicos ven señales de que su campaña podría estar al borde de una implosión en el apoyo popular que hasta ahora había sostenido su camino hacia la coronación. Trump sigue siendo el favorito entre republicanos, según el promedio de encuestas calculado por RealClearPolitics, con un 40 por ciento, pero aún no se miden los costos de esta última semana, y lo que implicará la derrota de este martes.
En una muestra de cuánto está haciendo la cúpula de su partido para ponerle un tope, e incluso descarrilarlo, la dirigencia republicana llegó al extremo de ofrecerle su apoyo a Cruz. Y el candidato de origen cubano ganó Wisconsin.
Mientras tanto, con algunos pronosticando que Trump acabará provocando aún más caos que el que pudiera causar en una cristalería el paquidermo representativo de ese bando, dirigentes están elaborando estrategias para negarle a todo costo la nominación en la convención nacional. Los costos de su campaña se registran ahora en las encuestas, incluyendo un creciente repudio no sólo entre las filas tradicionales del partido, sino entre las mujeres y obviamente entre latinos y afroestadounidenses.
Eso contiene implicaciones potencialmente desastrosas para el partido en la elección general, y no sólo para el concurso para ocupar a la Casa Blanca, sino para las curules legislativas, donde ya algunos empiezan a hablar de la posibilidad de que los republicanos pierdan el control de una y hasta ambas cámaras del Congreso.

Nueva York y el nuevo supermartes    


Consumado el nuevo tambaleo de los dos favoritos y hasta ahora punteros en la carrera hacia las presidenciales del 8 de noviembre, las primarias del 19 de abril en Nueva York y el también llamado supermartes del 26 de abril son vistas por los candidatos como fechas claves para definir el camino hacia las convenciones de los partidos republicano y demócrata por la cantidad de delegados que estarán en juego.
Especialistas han destacado que de no salir triunfador Donald Trump en esas fechas, el camino hacia la nominación republicana se le complicaría, debido a que no alcanzaría los representantes necesarios.
Y con la tirantez evidente entre el multimillonario y la dirigencia republicana, es poco probable que se llegue a un acuerdo para obtener los delegados suficientes para lograr su candidatura.
Del otro lado, Hillary Clinton cuenta con el apoyo de los líderes del Partido Demócrata para ser la candidata. En el año 2008 la ex primera dama se llevó la victoria en las primarias, lo que indica que este año podría alzarse nuevamente con los delegados de Nueva York, lo cual sería un impulso importante para la convención del partido azul el 25 de julio. Aunque como andan las cosas, todo está por ver. (Resumen actualizado del comentario de David Brooks con notas de agencias)

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