Cienfuegos camino de convertirse en emporio de la petroquímica en Cuba

Refinería Camilo Cienfuegos vista desde un punto cercano al
futuro emplazamiento de tres de las plantas petroquímicas.

Julio Martínez Molina

Varios lectores, curiosos, han inquirido en relación con el desarrollo evolutivo de las obras del Polo Petroquímico, en torno al cual, por regla, los informes reporteriles periódicos notifican “en estado de avance”, aunque sin entrar en más grado de detalles.
No existe parálisis ni estancamiento en las obras. Todo lo contrario. Lo que sucede es que constituye un megaproyecto de amplia connotación económica y por consiguiente demandante de un rango de infraestructura, recursos, financiamiento, licitaciones y aprobación de contratos, imposibles de aunar en un limitado rango de tiempo.
Por ende, hablar, desde el punto de vista periodístico, del tema, no puede sustentarse en la ligereza, como tampoco en sugerir expectativas irreales de terminación de plazos de un partido cuya victoria definitiva proporcionará extraordinaria cosecha, si bien todo se cuece aquí -no puede ser de otra forma dada la envergadura- a fuego lento.
Camínase a paso preciso, pero sostenido.

Tomás Oviedo Ormaza, gerente general de CUVENPEQ, empresa mixta cubano-venezolana cuyo objeto social es el desarrollo de la industria petroquímica en Cuba a tono con los acuerdos en esta área suscritos como parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA), explica que dicha entidad es la encargada de ejecutar el proyecto de las plantas de amoníaco y urea -las cuales trabajan en conjunción-, y la de policloruro de vinilo (PVC).
“Acabamos de terminar los proyectos de diseño de proceso de la unidad de amoníaco e iniciamos la fase de Ingeniería Básica. Nos preparamos para la contratación prevista de cara a dicha etapa, con dos firmas asiáticas, una china y la otra japonesa. Debe durar un año la ejecución. Ahora está en vías de definición alcance y términos del contrato”, acota Oviedo Ormaza.
La planta citada por el gerente general de CUVENPEQ en la nación está ubicada en la zona de Calicito, muy cercana a donde se enclavará su similar de gas natural (GLN), “pues tiene una sinergia con ella, en tanto la de amoníaco consume dicho producto”, observa el hombre al frente de la petroquímica cubana.

Tomás Oviedo Ormaza, gerente general de CUVENPEQ,
empresa mixta cubano-venezolana a cargo del
desarrollo de la industria petroquímica en Cuba.

Según los plazos concebidos, hasta el segundo semestre de 2015 no estará en fase de arranque la entidad productora de amoníaco y urea, la cual suministrará el primero de los productos a diversas ramas de la economía; entre ellas a la industria niquelífera, a la elaboración de nitrato de amonio como fertilizante fabricado en Nuevitas, frigoríficos…
“En el caso de la planta de PVC -especifica Tomás- atraviesa la fase de estudio de factibilidad, a aprobarse este mes para luego emprender los pasos iniciales del proyecto”.
Tal objetivo fabril proporcionará la materia prima requerida para la fabricación de petrocasas, será una fuente de abastecimiento nacional de ese renglón e importante a efectos de poder diversificar todos los elementos constructivos, señala.
Aunque aun no existe un cronograma fijo, al intervenir un grupo de elementos en su definición, prevén, tentativamente, su terminación hacia 2017.