La República Popular China, principal acreedor de los Estados Unidos, reprobó a Washington por los "debates miopes" sobre su deuda nacional y afirmó que el mundo necesita una nueva moneda de reserva estable.
El gobierno de Beijing hizo esta declaración pocas después de conocer la rebaja de la calificación de la solvencia crediticia de EEUU por la agencia Standard & Poor´s.
Con otras palabras, la agencia oficial Xinghua fijó la postura del gigante asiático, que en su condición de mayor acreedor de la única superpotencia en el mundo, tiene todo el derecho a demandar que EEUU atienda con celo los problemas estructurales de su deuda y refuerce la seguridad de los activos que China tiene depositados en dólares.
Poseedora además de la mayor reserva de bonos emitidos por el Departamento del Tesoro de EEUU, China dijo que tendrá que contemplar a partir de ahora la diversificación de sus inversiones. En ese sentido, reclamaron del gobierno estadounidense "sentido común" para curar su "adicción a la deuda" por medio de recortes en el gasto militar y social.
Según la propia fuente, posibles nuevas rebajas de la calificación de la deuda estadounidense podrían impedir la recuperación económica global y causar nuevas conmociones financieras.
"Se debe introducir una supervisión internacional sobre el problema del dólar estadounidense", dijo Xinghua, que subrayó que una de las soluciones para prevenir una posible catástrofe financiera inducida por un solo país podría pasar por la existencia de "una nueva moneda de reserva que sea segura y estable".
Economistas chinos predicen una confusión en los mercados financieros por la rebaja de la calificación de la deuda estadounidense, al menos en el futuro próximo. Este fenómeno podría suponer un golpe a las reservas de China, lo cual a su vez depreciaría las inversiones chinas en dólares.
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