Allende en su despacho en La Moneda. |
Durante las casi dos décadas del generalato de Augusto Pinochet, Chile sufrió, sólo en desapariciones (y las cifras no son definitivas) más de dos mil víctimas, casi tantas como las del WTC.
Y porque por siempre se recordará la triste jornada, el pueblo noble de la nación sudamericana ha salido a las calles enarbolando el nombre del presidente derrocado con aviones, soldadesca y bombas.
"Este 11 de septiembre va a ser distinto porque Chile ya no es el mismo", subrayaron los organizadores de la gran marcha de este domingo en la capital en homenaje al expresidente Salvador Allende y a las víctimas del pinochetismo.
En la convocatoria al tradicional tributo, la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) y la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos resaltaron la singularidad de esta conmemoración este año, enmarcada en un clima de movilizaciones sociales de sello antineoliberal contra la actual administración encabezada por el derechista Sebastián Piñera.
Esperamos que este sea un homenaje multitudinario, apuntó Lorena Pizarro, presidenta de la AFDD, quien reflexionó acerca del significado de la manifestación de este día, convocada para rendir tributo y también para demandar la construcción de una verdadera democracia en Chile, subrayó.
Invitamos a las familias a sumarse a esta demostración porque nos hemos ganado el derecho de manifestarnos en las calles, remarcó Pizarro.
Para este día está prevista la habitual peregrinación hasta el Cementerio General de cada 11 de septiembre en Chile y que partirá esta vez desde la céntrica Plaza de los Héroes de Santiago.
El Museo de la Memoria programa además "un homenaje audiovisual para los hombres y mujeres muertos por la violencia de Estado entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990".
La iniciativa consiste en la proyección en una pantalla gigante de unas dos mil fotografías de personas que fueron asesinadas o desaparecidas durante el régimen de terror impuesto por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Como parte del tributo al líder de la Unidad Popular tuvo lugar la víspera un emotivo acto político y cultural en la Plaza de la Constitución de esta ciudad, en el que participaron destacadas bandas musicales chilenas como Legua York y Los Rockers, además de cantores populares, poetas y actores.
"Salvador Allende inspira y es parte de la reconstitución hoy del pueblo chileno que lucha", destacó en la ocasión el presidente del Comité Ejecutivo del Socialismo Allendista, Esteban Silva.
"Allende, añadió, está mas vivo que nunca hoy en la lucha de los estudiantes por una educación estatal y laica y en la demanda por una Asamblea Constituyente por una nueva Constitución".
Realzó de igual modo el legado del expresidente su propio nieto Pablo Sepúlveda Allende, quien hizo mención a la efervescencia social que vive el país suramericano y a la vigencia del pensamiento allendista en las luchas actuales del pueblo de Chile.
Se hicieron presentes también en el acto un grupo de parlamentarios de Argentina, Brasil y Uruguay que asisten como delegados al Tercer Encuentro Latinoamericano por la Verdad y la Justicia, inaugurado el viernes último en la Universidad de Santiago.
Qué extraña paradoja sobre Allende, apuntó días atrás el laureado escritor chileno Antonio Skármeta: "Un hombre que ha tenido tres funerales y se mantiene muy vivo en el corazón de su pueblo".
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