Alijo de armas lanzado en paracaídas a los rebeldes por aviones franceses. |
Desde febrero hasta junio de 2011 Gran Bretaña suministró a Libia, Bahréin y Arabia Saudita armas por una suma total que supera los 50 millones de dólares. O sea, ha crecido un 30 % más respecto al mismo período de 2010.
Según la publicación The Times, las armas suministradas se han utilizado ampliamente durante los disturbios, incluso por los regímenes para sofocar las protestas, abriendo fuego sobre manifestantes desarmados, información que Londres niega.
Al iniciarse las manifestaciones antigubernamentales en la región, muchos países europeos declararon el cese de las exportaciones de armas a los países en disturbio. El Ministerio del Interior británico también anunció una revisión de su política de exportaciones de armas. Alrededor de 160 compañías perdieron sus licencias de venta de armas al extranjero. Mientras tanto, más de 600 licencias siguen vigentes.
Armas para zonas de tensión: esencial
para economías occidentales de guerra
Varios analistas opinan que el suministro de armas a zonas de tensión es esencial para las llamadas economías occidentales de guerra.
"Las economías del centro capitalista han devenido en una especie de economía de guerra, así lo han denunciado varios investigadores, intelectuales. EE. UU. es el principal proveedor de armas del mundo. Pero no deja de serlo también Europa. Obviamente las guerras convienen a estos capitales de la guerra, convienen en el sentido de que pueden realizar así la producción de armamento. Recordemos que la propia resolución, si hablamos del caso concreto de Libia, la resolución 1970 prohibía el envío de armas y establecía un embargo de armas tanto a los rebeldes, como al Gobierno de Libia. Pero sabemos que Francia, igualmente EE. UU., han violado esta propia resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y han estado enviado armas a estos grupos mercenarios para la guerra contra el Gobierno legítimo de Muammar Gaddafi", opina el experto político Basem Tajeldine.
A comienzos de julio de este año, fuentes de la cancillería libia denunciaron ante el mundo la intercepción de un barco en aguas nacionales con un cargamento de armas y municiones destinado a las fuerzas opositoras a Gadaffi.
Esa forma de entrega de material bélico por mar se sumaba a la práctica también hecha pública ante los organismos competentes, de aviones franceses que lanzaron paracaídas con alijos de armas livianas para los rebeldes en las montañas de Yebel Nafusa. / Cualquier parecido con las formas que empleó Estados Unidos en la década de los años sesenta para proveer logística a los grupos contrarrevolucionarios alzados en el Escambray (región montañosa en el centro de Cuba), es pura coincidencia. O lo que es igual, pasa el tiempo, pero los métodos siguen siendo los mismos, con algún que otro retoque cosmético. (Nota del Editor)
No hay comentarios:
Publicar un comentario