Los habaneros se interesaron más por el concierto de X Alfonso que por las lucecitas provocadoras de los miameros. Foto: Rosalma |
Con más penas que glorias (como siempre) y otro soberano papelazo en la consecución de un objetivo únicamente concebible en las molleras reblandecidas de quienes han convertido el pretexto de la contrarrevolución en negocio redondo, concluyó este viernes el show de artificio orquestado por agrupaciones de la mafia miamera en aguas limítrofes a nuestra jurisdicción, frente a la capital.
Cubanos de diferentes sectores rechazaron el acercamiento a las costas de La Habana de la flotilla organizada por grupos extremistas radicados en la Florida, Estados Unidos, un acto que calificaron de provocación.
En el emblemático Malecón, a la altura del Hotel Nacional, varias personas expresaron su condena al acto del denominado Movimiento Democracia en Miami.
"Unas pocas lucecitas provocadoras no pueden asustar a un pueblo que lo ha resistido todo", dijo una joven presente en el lugar, en alusión a los fuegos artificiales lanzados desde los barcos.
A juzgar por las fotos mostradas en una galería de imágenes de la agencia EFE, o la pólvora se mojó o el mareo campeaba por su respeto en las embarcaciones que zarparon de Cayo Hueso -en el sur de La Florida- con el visto bueno de las autoridades estadounidenses y el objetivo de generar desestabilización en la Isla, de acuerdo con fuentes locales.
Según medios de prensa de aquella nación, en la flotilla participaron unas 65 personas en cinco motonaves, aunque la cifra anunciada hace unos días era de 16 embarcaciones.
El rechazo a la acción también tomó las redes sociales, cuando en Twitter la etiqueta #DerechosdeCuba tuvo el respaldo de internautas que destacaron en la misma la tranquilidad ciudadana, la atención médica y la educación gratuitas y la inexistencia de Ballenas (carros lanza-agua) en las calles reprimiendo a los jóvenes.
"En Cuba no aparecen 26 muertos a media calle...", "Porque no debo vender un riñón para poder operarme" y "Los estudiantes cubanos no saben qué es un carro lanza agua, ni una bomba lacrimógena, ni gas pimienta", fueron algunos de los mensajes colocados por twiteros de diferentes países.
A pocas cuadras del Hotel Nacional, y bajo una pertinaz llovizna, cientos de personas se congregaron para el concierto del cantautor X Alfonso y la presentación de su más reciente producción discográfica, "Reverse".
También en la capital cubana, las salas volvieron a parecer pequeñas para acoger a los interesados en las muestras concursantes en el 33 Festival de Cine Latinoamericano de La Habana.
"Aquí no ha pasado nada, compay", señaló uno de los cinéfilos con el tradicional humor cubano, abordado a propósito de la flotilla y sus pretensiones de "movilizar a la sociedad civil".
Más temprano, durante una videoconferencia sobre el doble rasero de Estados Unidos en temas de terrorismo, el funcionario de la Cancillería cubana, René Mujica, calificó la flotilla de provocación, a partir de los objetivos políticos perseguidos por los organizadores.
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