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martes, 28 de octubre de 2014

El chiste que nunca imaginamos del Chispa

Hoy vamos a echar en falta la caricatura del Chispa haciéndose eco de la nueva y como siempre abrumadora votación de la ONU contra el bloqueo de Estados Unidos a Cuba. Douglas Nelson Pérez Portal, artista gráfico de fino humor y vasta cultura, nos dejó esta tarde al filo de las tres fulminado por un paro cardíaco, próximo a cumplir sus 73 años, pero jodedor como era me parece escucharlo diciéndonos mientras arrastra las erres: 'cagrrajo, me voy a la hogrra en que matagrron a Lola'.
El Chispa, seudónimo artístico que se autoendilgó devenido mote de quienes nos preciamos de ser sus amigos, nació el 9 de noviembre de 1941, en Santa Clara, pero aquí lo aplatanamos y terminó por ser un cienfueguero reyoyo, humorista eterno, espíritu burlón capaz de sacarle 'punta' a la más infausta de las circunstancias.

Acá en nuestra Redacción, aún activo e iniciándose en los trajines de la Internet y las nuevas tecnologías, pasó al 'estrellato' con una recomendación ingenua pero formulada con la mayor seriedad en un intento por paliar el 'encangrejamiento' en hora pico del único y antediluviano scanner del que disponíamos entonces: 'chico, y pogrqué no le echamos grrrasa'. Nos miramos y resonó la carcajada, pero al final alguien encasquillado por la hora y el perenne apremio del cierre decidió untarle lubricante al tareco... y funcionó. Se podrán imaginar el 'chucho' que nos dio, razón para que a partir de aquel día la propuesta de solución a cualquier problema siempre fuera la misma: 'échale grrasa'.
Alfabetizador siendo apenas un imberbe, Douglas comenzó a laborar en el periódico Vanguardia en 1963. Un lustro después, en 1968, funda lo que sería el embrión de la exitosa publicación humorística Melaíto, un híbrido llamado A Millón hasta los 10, con textos amenos y algunos dibujos de humor, dedicado a darle apoyo a la campaña azucarera de 1970, épica histórica conocida como Zafra de los 10 Millones. Aquel tabloide pronto se transformaría en el semanario Melaíto, totalmente humorístico.
Douglas formó parte del grupo de profesionales que desde la vecina provincia de Villa Clara se vino a Cienfuegos en 1981 para trabajar como diseñador gráfico de nuestro recién fundado periódico CINCO de Septiembre, en cuyo seno sembró la simiente de otro suplemento dedicado a promover la reflexión desde la risa. Y así nació La Picúa, una publicación que bajo sus auspicios consiguió sentar cátedra en el ámbito de la caricatura en el país.
Miembro fundador de la filial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en Cienfuegos, y de la Unión de Periodistas de Cuba, trabajos gráficos de Douglas Nelson ha sido reproducidos en los suplementos La Picúa, DDT, Melaíto, revista Mi Barrio, en nuestros periódicos nacionales y también en Vanguardia, CINCO de Septiembre, Ahora. Publicó además en varios órganos de prensa extranjeros.
Ya jubilado, aunque nunca retirado de sus trajines con marcadores de colores, pinceles y en los últimos años también píxeles, Chispa se mantuvo como activo colaborador de medios digitales cubanos y extranjeros, y editor del blog que haciendo gala a su inquieto quehacer bautizó La Chispa Prendida.
Allí, como en un acto de premonición de que hoy no estaría para seguir azuzando al Imperio del Norte por su brutal política de bloqueo, dejó como última muestra de su quehacer una serie de cinco caricatura bajo el título Si del bloqueo a Cuba se trata. La muerte se le anticipó, pero él vaticinó la nueva bofetada del mundo a Estados Unidos.

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