miércoles, 8 de octubre de 2014
Fidel habla del Che guerrillero
“Estas increíbles circunstancias explican que lo hubieran podido capturar vivo", dijo Fidel.
Trasladado a la escuelita del poblado de La Higuera, vivió el resto de aquel 8 de octubre el ensañamiento de las hienas sedientas de sangre y venganza, que ya en la jornada del 9 acabaron con su vida para luego intentar desaparecerlo.
La historia posterior, concluida con el hallazgo de sus restos en una fosa cavada a un costado de la pista de aviación de Vallegrande, se conoce. Y el Che regresó a la tierra que lo adoptó como un hijo.
Del homenaje que le rindieran los cubanos aquel 18 de octubre de 1967, escogimos el siguiente fragmento del discurso que pronunciara Fidel, aquel que en emocionado tributo al amigo confesó una vez que sueña con él y conversan.
Vayan pues estas palabras del líder cubano en la velada solemne en la Plaza de la Revolución, de La Habana:
"En Che no solo admiramos al guerrero, al hombre capaz de grandes proezas. Y lo que él hizo, y lo que él estaba haciendo, ese hecho en sí mismo de enfrentarse solo con un puñado de hombres a todo un ejército oligárquico, instruido por los asesores yankis suministrados por el imperialismo yanki, apoyado por las oligarquías de todos los países vecinos, ese hecho en sí mismo constituye una proeza extraordinaria.
Y si se busca en las páginas de la historia, no se encontrará posiblemente ningún caso en que alguien con un número tan reducido de hombres haya emprendido una tarea de más envergadura, en que alguien con un número tan reducido de hombres haya emprendido la lucha contra fuerzas tan considerables. Esa prueba de confianza en sí mismo, esa prueba de confianza en los pueblos, esa prueba de fe en la capacidad de los hombres para el combate, podrá buscarse en las páginas de la historia y, sin embargo, no podrá encontrarse nada semejante.
[...]
"Los enemigos creen haber derrotado sus ideas, haber derrotado su concepción guerrillera, haber derrotado sus puntos de vista sobre la lucha revolucionaria armada. Y lo que lograron fue, con un golpe de suerte, eliminar su vida física; lo que pudieron fue lograr las ventajas accidentales que en la guerra puede alcanzar un enemigo. Y ese golpe de suerte, ese golpe de fortuna no sabemos hasta qué grado ayudado por esa característica a que nos referíamos antes de agresividad excesiva, de desprecio absoluto por el peligro, en un combate como tantos combates.
"Como ocurrió también en nuestra Guerra de Independencia. En un combate en Dos Ríos mataron al Apóstol de nuestra independencia. En un combate en Punta Brava mataron a Antonio Maceo, veterano de cientos de combates. En similares combates murieron infinidad de jefes, infinidad de patriotas de nuestra guerra independentista. Y, sin embargo, eso no fue la derrota de la causa cubana.
"La muerte del Che [...] es un golpe duro, es un golpe tremendo para el movimiento revolucionario, en cuanto le priva sin duda de ninguna clase de su jefe más experimentado y capaz.
"Pero se equivocan los que cantan victoria. Se equivocan los que creen que su muerte es la derrota de sus ideas, la derrota de sus tácticas, la derrota de sus concepciones guerrilleras, la derrota de sus tesis. Porque aquel hombre que cayó como hombre mortal, como hombre que se exponía muchas veces a las balas, como militar, como jefe, es mil veces más capaz que aquellos que con un golpe de suerte lo mataron".
Publicado por
storm captain
en
1:37:00 a. m.
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