Restitución de un pedazo del alma de la nación aherrojado entre barrotes por 16 largos e infinitos años, el retorno a casa de esos tres hijos pródigos nombrados Gerardo, Antonio y Ramón supuso demostración mayúscula de que no se puede renunciar a los empeños colectivos, a la esperanza y a la fe en nuestros líderes. Quienes cejan, no obtienen nada. Quienes perseveran, logran todo propósito. Fidel lo prometió y ellos volvieron.
La alocución de Raúl, con la noticia, fue un regalo tan inesperado como inmenso para once millones de compatriotas antes de la Navidad, el fin de año y el nuevo aniversario de la Revolución. El viejo Lázaro no los envolvió en celofán verde esperanza a los cubanos este 17 de Diciembre.
El país se cargó de dicha al conocer la buena nueva. Mujeres, hombres y niños se vieron presas de ese estado de felicidad en el cual las lágrimas bañan las sonrisas (mientras, al otro lado del Estrecho, en previsible prehistórico guion, los viejos batistianos del exilio aullaban frente al Versailles y Marquitos Rubio, el senador fascista del Tea Party, despotricaba contra el más valiente acto dado por Obama a lo largo de su carrera política).
Luego, en la noche, las primeras imágenes, difundidas por la televisión, junto a Raúl, a sus esposas e hijos, en las tumbas familiares, con los vecinos, permitieron solidificar aun más la comunión de nuestra tierra, su gente linda y esos que un día estuvieron dispuestos hasta a inmolarse por defenderlas.
El regreso de los tres hermanos que faltaban por volver representa el resultado de la lucha permanente de un pueblo, sus dirigentes e innumerables organizaciones y personas de bien en el mundo solidarizadas con digna y noble causa. Las gracias para el uruguayo Pepe Mujica, Gloria la Riva, Alicia Jrapko, el argentino Papa Francisco, el gobierno canadiense. Las gracias, sobre todo, para Fidel, el gran arquitecto, y Raúl; así como para el infatigable Ricardo Alarcón. Las gracias por la batalla sistemática de tantos compatriotas.
Esa misión sin tregua fue determinante en la liberación de estos hijos ilustres, a quienes debe levantarse un monumento a la resistencia. Tenían muchas condiciones objetivas para doblegarse, pues el encono contra ellos fue explícito y llevado a niveles extremos desde su arresto, pero demostraron una vez más la madera de la raza de esta isla maravillosamente grande. Tomaron aliento de su historia bravía, de aquellos que nunca pusieron la dignidad como moneda de cambio, de tanta gente que entregó su vida para que el suelo patrio mantuviera su honra. Resultan continuadores de una tradición imborrable de fidelidad y soberanía delineada a sangre por los sables de Gómez y Maceo, como a conciencia la punteara el pensamiento de Martí, en cuyos principios éticos los colosales cinco héroes no solo alimentaron su espíritu, sino ubicaron la brújula de referencia para establecer su conducta heroica. De ellos, tanto como del Comandante en Jefe: el guía, compañero, padre, vigía.
A la manera del Mío Cid, nuestros patriotas merecen su Cantar. Y, además, películas, series, videojuegos tendentes a reforzar la identidad patriótica y refrendar el orgullo por la enseña y los blasones, sobre la premisa inigualable de tener la historia entre las manos. Los Cinco, no le quepan duda a nadie, son su capítulo más reciente. Su liberación, por añadidura, constituye una victoria para todos los humildes de este mundo y la constatación absoluta del valor de las ideas, del preciado deber de defenderlas siempre.
De forma paralela al anuncio de la excarcelación, nuestro presidente comunicó otra noticia de visos históricos para la nación, América y el resto del planeta. El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, con el reconocimiento oficial de Washington al fracaso de la política mantenida por más de medio siglo, deviene consecuencia lógica de un escenario político en el cual la potencia norteña se ha visto desbordada por las propias circunstancias mundiales que convirtieron a la Isla en referente universal de generosidad, altruismo y sentido común a través de ese franco parteaguas de proyección internacional que ha sido la actual epopeya cubana en África al frente de la lucha contra el ébola .
La hilera de editoriales publicadas en el periódico de mayor peso en el mapamundi parecía preludiar un movimiento en el tablero desde la Casa Blanca, si bien no todos creían que el acercamiento iba a estar revestido de tal magnitud. Se convierte el hecho en posible prefacio al derrumbe de un bloqueo arcaico e improductivo para Estados Unidos, e hiriente y sumamente perjudicial para nosotros en los planos humano y económico, cuyo unánime repudio global es manifestado cada octubre en la votación sobre el tema en la ONU. Hecho este, del mismo modo, resorte de significación -dado el aislamiento en que sumía a EE.UU-, en el giro propinado para propiciar la normalización de relaciones, rotas desde 1961 bajo el mandato de J. F.Kennedy.
Cuba consigue esta victoria -con su invalorable potencial de apertura de oportunidades-, sin ceder un ápice de sus principios. En lo adelante queda mucho futuro por andar luego del gran primer gran paso que abona de esperanza ese recién tendido camino mutuo de entendimiento desde la diferencia, sobre la base innegociable del respeto a nuestra soberanía.
Por lo pronto, seremos sacados de una lista oprobiosa en la cual nunca debimos figurar (aunque estamos desde 1982 por mero capricho) y de forma inminente serán activadas medidas para fortalecer la cooperación económica y el auge moderado del comercio y las telecomunicaciones, al tiempo que se posibilitará el incremento en el monto del envío legal de remesas.
En los próximos meses quedarán abiertas las respectivas embajadas y, en tanto parte de los planificados intercambios/visitas de alto nivel entre ambos gobiernos, el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental liderará la delegación de EEUU en la próxima ronda de negociaciones sobre Migración entre Washington y La Habana en enero de 2015 en la capital cubana.
Cobra relieve dentro del grupo de medidas el proceso de revisión de la definición reglamentaria del término legal "efectivo por adelantado", lo que proporcionará una financiación más eficiente del comercio autorizado con Cuba e impedirá la continuidad de la draconiana opción comercial vigente en productos como, por ejemplo, el pollo estadounidense vendido Cuba.
Es una noticia en construcción permanente, el tronco de un árbol cuyas ramas andan por crecer. Acontecimiento inédito, sin parangón, el suceso constituye punto de inflexión en el diferendo binacional y motivo de sensato optimismo para todos. ¡Enhorabuena para nosotros los cubanos!
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