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domingo, 3 de mayo de 2015

La educación pública en Florida y en Miami acosada por políticos, cabilderos y mercaderes

Valla publicitaria anuncia matrículas en Sebring, Florida.
Edmundo García

El pasado lunes 27 de abril dediqué parte del programa La Tarde se Mueve a comentar una noticia que como dije en ese momento me daba tristeza; además de que, por supuesto, me molestó bastante. Dicha noticia fue publicada por el periodista Michael Vázquez en El Nuevo Herald de Miami en un artículo titulado “Los políticos crean en Florida un paraíso para los Colleges con fines de lucro” (25 de abril de 2015).
El autor no se anda con miramientos y desde el inicio del artículo hace una afirmación que revela la esencia de problema: “Los estudiantes son una mercancía preciada”. Fíjense que esta afirmación no la suscribe un periódico crítico del capitalismo ni que se pueda decir que es defensor de algún gobierno progresista; por el contrario, lo está diciendo El Nuevo Herald de Miami que es un libelo subordinado a los intereses de la extrema derecha.
Les reproduzco el párrafo donde aparece la afirmación para que también tengan el contexto: “Los estudiantes son una mercancía preciada en los Colleges con ánimo de lucro de la Florida. Con solo dos docenas de ellos se puede generar un millón de dólares en matrícula para cuando hayan terminado la carrera”.
Solo en matrícula, agrego, porque hay decenas de gastos que se van sumando al pago inicial.
Este filón lucrativo genera una maquinaria que como pueden imaginar está destinada a engordar las matrículas y llenar las aulas a como sea. Pero no para que el estudiante aprenda bien las materias, sea un científico destacado y se labre un futuro; lo que buscan realmente es captar alumnos para que soliciten los prestamos más riesgosos y paguen un servicio que a la larga se ha comprobado como dudoso. Préstamos que luego, en no pocos casos, cobrará la administración escolar directamente de la entidad financiera. Puede incluso darse el hecho de que el funcionario educacional forme parte de una entidad bancaria. Por eso no es extraño que los estudiantes estén reportando quejas de recibir una educación de poca calidad, ya que dar buenas clases es un objetivo subordinado a la búsqueda de financiamiento para hacer lucrativas las escuelas; o sea, el “negocio”.
Lo escandaloso de este problema es que mientras en otros estados de Estados Unidos las legislaturas han tratado de controlar la negativa tendencia, en el estado de Florida los legisladores han pasado leyes que aseguran la conversión de los planteles docentes en compañías de lucro, recibiendo a cambio importantes financiamientos para sus campañas electorales.
El Herald cita la presentación de al menos 15 leyes favoreciendo el desarrollo de estos llamados “colleges lucrativos”. Junto con la firma de leyes, la legislatura de Florida interviene en este proceso mediante su influencia y participación en juntas y comisiones dedicadas a supervisar el proceso escolar y de ubicación de graduados.
Estos centros dedicados a producir ganancias, tienen en los sectores humildes de la población sus víctimas más ingenuas. Algunas de ellas, enredadas en el negocio, no han podido terminar sus estudios, han perdido el dinero y padecen ansiedad y otros trastornos. Sobre los estudiantes de escuelas públicas se hacen muchos procesos de captación y de endeudamiento. Prometiéndoles sueños y empleos jugosos les hacen llenar planillas o formularios que los encadenan contractualmente con una deuda que al cabo de par de semestres no pueden manejar.
La educación pública no solo es la menos favorecida del sistema, sino también la más expuesta a estas maquinarias lucrativas y a contratistas sin escrúpulos, porque la mayoría de sus estudiantes no cuenta con el respaldo financiero de los matriculados selectos planteles privados.
El “paraíso” que los políticos de Florida entregan a estos colegios es cuestionable. No son los colegios privados quienes deben beneficiarse por encima de la educación pública, y usando los fondos provenientes precisamente de los impuestos a los contribuyentes.
Pero si todo esto puede decirse de los políticos estatales, no menos puede decirse de algunos legisladores federales que se gasta el sur de la Florida. Ya el electorado sabe lo poco que puede esperar de Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart en materia de mejora social y solución de los verdaderos problemas que aquejan a la sociedad. En lugar de trabajar para los residentes de Miami y condados vecinos que representan en Washington DC, ambos se dedican en alma y cuerpo a tratar de castigar a Cuba y los cubanos, incluso a los cubanos que residen en Estados Unidos. Esos legisladores critican al Presidente Obama por tratar de mejorar las relaciones con Cuba, intentan limitar los viajes a la isla, interceden ante el Departamento de Estado para que niegue visas a cubanos que no son de su agrado, etc.
De Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart sabemos que no se puede esperar nada bueno. Ellos no se dedican a trabajar sino a ejercer el rencor. Pero quizás, con un poco de buena fe, alguien pudo haber dicho: Bueno, a lo mejor el Congresista Carlos Curbelo como es joven, como es nuevo en el Capitolio y procede de la Junta Escolar de Miami, puede hacer algo desde Washington DC por la gente sencilla, por los estudiantes, por las escuelas públicas.
Y se pudo pensar aun con un poco más de razón si se considera que en el Congreso Federal Carlos Curbelo pertenece al Comité de Educación, al Subcomité de Preescolar, Primaria y Educación Secundaria y al Subcomité de Educación Superior y Capacitación de la Fuerza Laboral. Pero ya deben imaginarlo: Carlos Curbelo tampoco ha hecho nada por la educación pública de la Florida ni de Miami, a cuya Junta Escolar perteneció. El historial de Curbelo en el Congreso Federal como representante del Distrito 26 de Florida se reduce en lo fundamental a haber patrocinado dos proyectos legislativos, el HR-1684 sobre tema ambiental, y el HR-1686 sobre subcontratos para pequeños negocios privados.
La historia política real detrás de los datos que he comentado en este artículo, es que una vez más se está tratando de perjudicar a muchos para beneficiar a unos pocos. La educación, y esto lo digo en calidad de principio innegociable, es un renglón de la vida social que debe caracterizarse por la equidad. También otros, pero la educación principalmente porque es donde descansa todo lo demás. (Tomado de La Tarde se Mueve)

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