Tal cual anunciamos aquí el pasado viernes (http://bit.ly/dY6Xbm), este domingo comenzaron a llegar a Buenos Aires los dinosaurios de la ultraderecha para su reunión de tres días en el hotel Sheraton, de la capital porteña. El primer Tiranosaurio Rex en hacer su aparición fue el señor Conde de la Llosa, acompañado de su séquito de amigotes defendores a capa y espada de las políticas neoliberales.
Según un reporte al que accedió Fanal Cubano, por mediación del sitio CONTRAINJERENCIA, la camada discutirá sobre “el desafío del populismo en América Latina”. Ni más ni menos, los caballeritos también cúmbilas del ex mandatario español José María Aznar, furibundo enemigo de los procesos en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador, andan preocupados por los aires de genuina democracia participativa y revolucionaria que baten sobre Latinoamérica.
Al darle la bienvenida a Buenos Aires, el anfitrión, Mauricio Macri, jefe de Gobierno de la capital, dijo: “Para nuestra ciudad es un orgullo recibir una vez más al escritor que con su obra prodigiosa contribuyó a engrandecer la cultura latinoamericana" (cosa que es cierta y ahí debió parar su discurso). Pero el alcalde siguió y le puso el aderezo pestilente al calificar al señor Conde como "un férreo defensor de la libertad y la democracia en nuestra región”.
Puaff, asqueante definición para alguien capaz de codearse con ejemplares de tenebroso y turbio pedigree como el ya mencionado José María o el halcón Roger Francisco Noriega, el muchachito graduado en la Universidad Washburn de Topeka, el hijo de mexicanos que ganó méritos como para llegar a convertirse en secretario de Asuntos Latinoamericanos de Estados Unidos en la Era Bush, uno de los encargados de mover los hilos del golpe contra el presidente hondureño Manuel Zelaya.
Explica CONTRAINJERENCIA, que a su vez remite al texto original aparecido en Página 12, los pormenores del encuentro, en cuyo programa hay cabida para charlas con títulos tan sugestivos como “¿Por qué es el populismo tan popular y el capitalismo tan temido en el mundo hoy?”.
¿De veras se creerán que es miedo y no rechazo y animadversión el sentimiento que exteriorizan los pueblos del Tercer Mundo frente a la opción del capitalismo salvaje? ¿La desverguenza llegará al punto de desconocer el empeño de los llamados "gobiernos populistas" por proveer a los olvidados de siempre de servicios básicos para el género humano que nunca se ocuparon en garantizar los amos del gran capital?
Invitado por la neoliberal Fundación Mont Pelerín, entidad "sin fines de lucro" que reivindica la figura de su fundador y padre del neoliberalismo Friederich von Hayek (rezuma cierto tufillo nacional-socialista), el Premio Nobel de Literatura 2010 figura como centro del encuentro.
Para estrenarse con notas sobresalientes, hace tres años, durante la primera cita, organizada entonces por la Fundación Libertad, de Rosario, y nada menos que en medio del conflicto que enfrentó a la mandataria argentina con las entidades ruralistas, Vargas Llosa no tuvo reparos para decir: “Cristina Kirchner está muy cerca del populismo”...
Luego del incidente y la frase ofensiva del "ilustre visitante", pasada por alto desde la Casa Rosada, el jefe del Gobierno de Buenos Aires sistematizó ya de forma institucional, con frecuencia anual, las visitas de los capos neoliberales, a cuya cabeza, invariablemente, se pone el caballerito Aznar.
El meeting de este año cuenta con la sazón añadida de una reciente polémica del autor de La fiesta del Chivo con el presidente de la Biblioteca Nacional, Horacio González, a raíz de la participación del Nobel en la inauguración de la Feria del Libro de Buenos Aires. El escritor y frustrado candidato presidencial de Perú le ripostó con una nota titulada Piqueteros intelectuales, en la que pregunta: “¿Qué quieren, una nueva Cuba?”. Doy por seguro que los encendidos discursos neoliberales del congreso de la Mont Pelerin vibrarán en la misma cuerda de esa interrogante.
A modo de ilustración de lo selecto de la reunión, algunos nombres: la cena inaugural presidida por Gerardo Bongiovanni, titular de la Fundación Libertad, de Rosario, otro cubanófilo de primera fila; Ed Feulner, ex presidente de la muy republicana Heritage Foundation; y otro ex, en este caso primer ministro de Estonia Marc Laar, quien creó una entidad cuyo fin, según palabras suyas, era investigar “los crímenes del comunismo”. Es líder del partido conservador Pro Patria Union.
Este lunes, ya de lleno en la teorización, el hijo del Conde Llosa, Alvarito, dictará la conferencia titulada “Cómo superar la debilidad institucional en América latina”, le hará yunta en el podio el neoconservador Andrei Illarionov, del ultraconservador CATO Institute. Tócanle turno al ex presidente de Bolivia Jorge Quiroga -un neoliberal que sucedió al dictador Hugo Bánzer- el chileno Sebastián Edwards y también a otra de las glorias del anticastrismo, Carlos Alberto Montaner. De un modo u otro, sus intervenciones versarán sobre “El populismo en América Latina”.
Cercano el mediodía, casi en hora de almuerzo, escucharán al chicago boy Kevin Murphy, para luego dar paso, entre café y cognac, a una teleconferencia con el Premio Nobel de Economía Gary Becker, otro de los popes de la escuela de Chicago, quien propuso vender visas para que los inmigrantes financien su entrada a los países que les dan trabajo. La Academia jura que no fue ése el tema que lo llevó al premio.
Más tarde, este propio lunes, podrán escuchar sobre el “éxito del caso chileno” de la boca de Carlos Cáceres, ex ministro de Economía del dictador Augusto Pinochet. O bien recibirán instrucciones de los representantes de The Manhattan Institute –el que armó la doctrina de la “tolerancia cero” implementada por el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani– sobre el rol de los think tanks neoliberales.
Para el martes está previsto que Jorge Ávila, del CEMA, y Alberto Benegas Lynch, un discípulo local del CATO Institute, diserten sobre “La defensa del libre mercado” (nada que ver con alusiones directas al menemismo, please, no confundir). Luego, otra conferencia, esta a cargo del presidente de la Fundación Atlas, Alejandro Chaufen.
El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, hará su entrada el martes al mediodía para darle la bienvenida al grupo invitado. Lo acompañará un enviado de su amigo Sebastián Piñera, el secretario general de la Presidencia, Cristian Larroulet. Luego, Marcos Aguinis y Jorge Edwards hablarán sobre “Literatura y libertad” (suena como a tambores de guerra, nada menos que vísperas de la inauguración de la 37ma Feria del Libro en esa urbe), entre tanto otros anfitriones como Federico Sturzenegger, presidente del Banco Ciudad, el historiador Roberto Cortés Conde y Guillermo Yeatts, presidente de la Fundación Atlas 1853 (versión en miniatura pero todavía más conservadora que la estadounidense), disertarán sobre “La gran contradicción de Argentina”.
El Instituyo Ayn Rand y la FAES de José María Aznar se angustiarán ante la pregunta “Why is populism so popular and Capitalism so feared in the world today?”. Luego de dejar atrás la nostalgia por los buenos viejos tiempos, los asistentes podrán escuchar la conferencia de cierre a cargo de Mario Vargas Llosa, quien dijo que, a raíz de la polémica por su llegada, va a tener que hacer un esfuerzo y “hablar de política”. El tema de su charla, para variar, será el populismo.
El certamen debe finalizar el miércoles con un día de campo (o “at the countryside”, como dice el programa, que no se consigue en castellano) en el que los asistentes disfrutarán de empanadas y asado, mientras lelos escuchan a Vargas Llosa hablar sobre el populismo una vez más.
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