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martes, 12 de julio de 2011

Alfabetizan a reos salvadoreños con el programa cubano Yo Sí Puedo (+ Vídeo)

Ir a la raíz, como la forma más eficaz de buscarle solución a los problemas de base que mucha veces los compulsa a delinquir: ignorancia, desconocimiento, pobre percepción del mundo y sus oportunidades, fue razón para que autoridades salvadoreñas decidieran implementar en los penales de esa nación centroamericana el método educativo cubano de alfabetización Yo sí puedo, probado por su eficacia en incontables regiones del planeta.
Después de varios meses de instrucción escolar, acaba de graduarse la primera generación de reos. Con ellos comienza a cumplirse la sentencia martiana de que "Ser bueno es el único modo de ser dichoso. Ser culto es el único modo de ser libre". (Ver vídeo y ampliación)




El programa de alfabetización Yo sí puedo es un método educacional cubano para la alfabetización de adultos desarrollado por Leonela Relys. Este recurso se utiliza desde hace algunos años en varios países del mundo. Sólo entre los años 2002 y 2009 se alfabetizaron cerca de tres millones y medio de personas.
El método parte de lo conocido, los números, hacia lo desconocido, las letras y se basa en la experiencia que se va adquiriendo. En él se utilizan los medios audiovisuales y un facilitador para transmitir los conocimientos. El facilitador es el vínculo entre la clase audiovisual y el participante, desempeña una función importante en lo referente al trabajo con la parte afectiva del iletrado, además de controlar el proceso de aprendizaje. Consta de tres etapas: adiestramiento, enseñanza de lecto-escritura y consolidación siguiendo tres hitos, escuchar y ver, oído y ojo; escuchar y leer, oído y libro y escuchar y escribir, oído y lápiz.
Para su implementación emplea un mínimo de material docente: una cartilla, el manual y 17 vídeos donde están contenidas las 65 clases. El tiempo que dura la acción educativa es variable ya que el método es muy flexible. Puede ir desde un máximo de tres meses hasta siete semanas, en forma intensiva, aunque se ha experimentado de forma exitosa en apenas un mes de forma muy intensiva con personas dedicadas en exclusiva al mismo.
El programa existe también en sistema Braille, para sordos y personas con problemas intelectuales leves. Se busca el desarrollo del individuo hasta donde él es capaz de asimilar. En sentido general proporciona un estado de bienestar interior pues arraiga en el alfabetizado la idea y el sentimiento de que alguien se preocupó de enseñarles.
Entre los países que lo utilizan se encuentran Argentina, Venezuela, México, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Colombia. Con la aplicación de este sistema de enseñanza se podría erradicar el analfabetismo a escala planetaria con solo la tercera parte del fondo de la Unesco para estos fines.
En África se utiliza en Nigeria, Guinea-Bissau, Mozambique y Sudáfrica. Para ello se realizan las modificaciones precisas para adaptarlo a las lenguas e incluso dialectos de los lugares que lo van a autorizar, así como a sus condiciones históricas, geográficas y sociales.
También se está utilizando en Nueva Zelanda y en la ciudad de Sevilla como primera experiencia del programa en Europa , donde se estima la existencia de al menos 35.000 analfabetos.
En muchos de estos países ha sido desarrollado por la iniciativa de organizaciones religiosas y no gubernamentales. Sin embargo, no en todas las naciones existe voluntad política para aplicarlo de forma consecuente.
Este programa recibió el Premio Alfabetización 2006 Rey Sejong de la UNESCO, otorgado al Instituto Pedagógico Latinoamericano y del Caribe de Cuba por la promoción del sistema de alfabetización tan exitosamente aplicado en los países mencionados.

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