Hace una década exacta, la ahora llamada Zona Cero era entonces un sitio emblemático del poderío económico de los Estados Unidos. Avanzada la mañana de aquel fatídico 11 de septiembre, las llamadas Torres Gemelas fueron objeto de un desgarrador y a su vez controvertido atentado cuya génesis aún no está del todo clara. Sede entre otras dependencias del World Trade Center (Centro Mundial del Comercio) los rascacielos fueron impactados por dos aviones comerciales y en cuestión de poco tiempo se derrumbaron provocando unas dos mil muertes.
Esta es la imagen que ofrece ahora el espacio donde hace diez años, por primera vez en su historia, la poderosa y vecina nación del Norte sintó el mayor desgarrón terrorista, independientemente de quién lo haya organizado, si Al Qaeda, como hicieron creer al mundo, o la propia administración del entonces presidente George W. Bush.
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