La capa de hielo que cubre el océano Glacial Ártico alcanzó el último verano un preocupante mínimo de 4,24 millones de kilómetros cuadrados, un nuevo récord de descongelación.
Según informó Georg Heygster, portavoz del Instituto de Física Medioambiental de la Universidad de Bremen, se trata del nivel más bajo en el océano Polar Ártico y añadio que con esta descongelación se ha superado la marca de 2007, año en el que la superficie helada había registrado las cotas mínimas.
Los científicos alertan que con este acontecimiento la superficie helada se redujo en un 50 % desde 1972. Pero lo peor es que el deshielo todavía puede avanzar más antes de acabar el mes de septiembre, debido a que todavía no ha llegado el otoño al Ártico. Además, también se está reduciendo el grosor del hielo medio.
"Los seres vivos que ocupan este ecosistema bajo la capa de hielo y que son el punto de partida de la cadena de alimentación también para los humanos tienen cada vez menos espacio vital", subrayó Heygster, que explicó que la superficie helada del océano Glacial Ártico oscila normalmente entre los 15 millones de kilómetros cuadrados en marzo y los 5 millones en septiembre.
El cambio climático es el culpable de la desaparición progresiva del Polo Norte, aseguran los científicos, fenómeno que podría tener consecuencias irreversibles en el resto del planeta.
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