"Cuando tú comandante estás cayendo / ametrallado / fabuloso / nítido", cuando se repite aquella mañana de La Higuera, y el tiempo vuelve a ser mercenario y oscuro y las balas queman a gritos las pieles;cuando tú, comandante, que "eres nuestra conciencia acribillada", regresas vestido con el alma, con la boina y la mochila; cuando eso sucede, y entras en mí, y en mis letras, ya nada de lo eterno peligra.
"Dicen que te quemaron, / con qué fuego / van a quemar las buenas nuevas / la irascible ternura / que trajiste y llevaste". No, eso es imposible, porque ni aún el silencio logra desvariar tu figura; reapareces con el sol para alumbrar los caminos, incluso aquellos donde le pusieron fin a tu aire. (Ver crónica íntegra en el blog de Melissa Cordero Novo, Los otros ojos de Eva)
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