Como ya se conoce en horas de la madrugada de este viernes salió de prisión el antiterrorista cubano René González luego de cumplir 13 años y 25 días de cruel e injusta condena en una cárcel estadounidense.
Él y sus restantes cuatro compañeros sufren castigo por el único delito de no haber declarado su condición de agentes extranjeros, luchadores contra el terrorismo de Estado que auspicia por debajo de la alfombra y hace de la vista gorda el gobierno de los Estados Unidos frente a los grupos de extrema derecha que, asentados en La Florida, actúan desde allí contra la Isla.
René es el primero en salir, pero como el odio no acaba aún, una orden judicial emitida para su nuevo status de hombre en disfrute de libertad condicional ha negado el derecho a que regrese a Cuba con los suyos.
La supervisión se hará en territorio estadounidense, y no le permitirán acercarse a los sitios que frecuentan aquellos a quienes vigilaban, con lo cual el gobierno asume de facto conocer dos cosas: primero, la ubicación de estos individuos, acerca de los cuales Cuba y sus órganos de inteligencia, en gesto de proverbial buena fe, proveyeron toda la información disponible; segundo, la calaña terrorista de personas y grupos en su suelo de la nación que se autotitula abanderada en la cruzada internacional contra ese flagelo.
En declaraciones a la cadena multiestatal TeleSUR la periodista cubana Juana Carrasco Martín, dice que la vida de René corre peligro en EEUU. Y no exagera la buena amiga y colega. Razones le sobran a la avezada profesional para sentir temor por la seguridad e integridad física de uno de los cinco hombres sobre los cuales volcaron todo su odio y esfuerzos, influyentes políticos y el aparato mediático de la mafia cubanoamericana de Miami.
Les propongo escuchar el análisis de Juana Carrasco frente a las cámaras de la telemisora que fijó su Norte en las naciones de un Sur que como bien dice el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano, también existe:
No hay comentarios:
Publicar un comentario