Pese al azote de la crisis, la preocupación principal en la agenda de EEUU no la centran los programas sociales, sino la eterna lucha contra el terrorismo. Por esta razón el Pentágono ha destinado 9 millones de dólares para poner en marcha un programa que tendrá en su punto de mira los correos electrónicos de las fuerzas militares del país.
El proyecto denominado 'PRODIGAL' ha sido concebido por la Dirección de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA, según sus siglas en inglés) con la idea de adoptar medidas preventivas para evitar 'amenazas internas' en el ejército norteamericano. De hecho, el proyecto pretende impedir, en última instancia, la fuga de datos a páginas como WikiLeaks.
La puesta en práctica de la iniciativa corre a cargo del Instituto Tecnológico Georgia Tech, que supervisará el trabajo de un conjunto de cinco institutos, empresas contratistas del Pentágono, enfocado al 'espionaje informático de los soldados'.
Con ayuda de algoritmos, el 'PRODIGAL' buscará en los correos electrónicos y archivos "actividades inusuales" que puedan representar una amenaza a la seguridad para después eliminarlas.
Esta medida podría ser considerada una forma de presión, sobre todo contra los soldados estadounidenses que cumplen su servicio en el exterior, lejos de sus familiares. Sin embargo, ante la nueva ley estadounidense que permite al presidente del país encarcelar en el extranjero a ciudadanos norteamericano bajo sospecha del terrorismo parece incluso banal.
DARPA ya anunció en su día otro proyecto para controlar el ejército norteamericano, entre ellos 'Narrative Networks' que permite averiguar quién es más susceptible a la propaganda, y "Power dreaming", que escanea las ondas cerebrales de los soldados que sufren pesadillas para tratar de determinar lo que las provoca.
La política de espiar a sus propios ciudadanos se acentuó después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, sin dejar de incrementarse desde entonces.
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