El equilibrio de poder en el Pacífico cambia con rapidez. Si las pequeñas islas del sur miraban hasta ahora hacia la costa occidental de Estados Unidos como paradigma, ahora sus referencias son otras: Australia, Nueva Zelanda... China. Eso explica que Samoa haya decidido mover la línea imaginaria que marca el cambio de fecha en el calendario. Un salto al futuro que no da sola: le acompaña Tokelau, un pequeño territorio neozelandés compuesto por tres atolones cuyas oficinas administrativas se ubican en Samoa.
La pequeña ínsula era de los últimos territorios en despedir el día. Eso le colocaba a 5 horas de diferencia con respecto a Washington y Nueva York, 10 con Londres, 11 de Madrid, 18 de Pekín y 21 de Sidney, lo que les significaba obstáculos para el comercio y las operaciones en las principales bolsas.
"A la hora de hacer negocios con Nueva Zelanda y Australia estamos perdiendo dos días de trabajo por semana", explicó el primer ministro del país, Tuilaepa Sailele Malielegaoi. Retando a los dioses, y a riesgo de enfadarlos, con este garabato imaginario en el mapa buscan ponerse por delante y ser los primeros en saludar la jornada. De tal suerte, los 193,000 samoanos brincaron del 29 al 31 diciembre, saltándose de golpe y porrazo este viernes 30. Se perdieron el día de hoy mientras dormían, un juego similar al que se vive cuando se cruza la Línea Internacional de Cambio de Fecha, pero en este caso sin moverse de la cama.
Los 1,200 habitantes de Tokelau deben seguirlos, por su vinculación administrativa a Samoa. No afectará, sin embargo, a la Samoa cuyo status es dependiente de EEUU, que seguirá del lado que despide el día. Es otro ejemplo más de como EEUU está perdiendo influencia en el mundo.
Cuando en 1884 se definió el trazado irregular que debía corresponder al meridiano 180, Samoa estaba en el lado oriental de la línea. Ocho años después, optaron por pasar al lado estadounidense para facilitar el comercio con la mayor potencia del planeta.
Ahora consideran que su posición les hacía perder dos días de actividad bursátil con Australia, Nueva Zelanda y China. "Se perderán el 30 de diciembre de 2011, pero ganarán grandes oportunidades para hacer negocios", señalaba en un artículo el Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista chino.
Y aunque la decisión para derogar el cambio de huso horario introducido hace más de un siglo en Samoa fue anunciada desde el mes de mayo, es ahora lógicamente que ha provocado revuelo, porque no todos los días sucede que una comunidad "viva" un día menos que el resto de los habitantes del planeta.
El lado práctico de esta "curiosidad" cronológica es que los samoanos y sus vecinos comerciales de Tokelau están a escasas horas de ser los primeros mortales en realizar el conteo regresivo, masticar las doce uvas, pedir tres deseos y estrenar el Nuevo Año 2012.
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