La más multitudinaria de las marchas ha tenido lugar en Madrid, entre el Paseo del Prado y la Puerta de Alcalá. Antes de empezar el acto, se llevó a cabo una rueda de prensa donde los líderes sindicales advirtieron que los ajustes del Ejecutivo que preside Mariano Rajoy llevan a un camino "desconocido y muy peligroso".
Los sindicatos piden que el Gobierno se siente a negociar mientras que desde el Partido Popular afirman haber mantenido hasta siete reuniones.
De cualquier modo, decenas de miles de personas salieron a las calles “enfadadas pero con muy buena disposición”, según el periodista Javier Couso, hermano del camarógrafo muerto por disparos de un tanque contra el hotel Palestina, en Bagdag, donde se alojaba la prensa extranjera encargada de la cobertura de la gresión yanki a Irak.
Según Couso, a pesar de las exigencias de una gran parte de los trabajadores españoles, la política de ‘mano dura’ planteada por el Gobierno “no va a cambiar”. “Hay un poco de suavidad en las declaraciones porque tenemos dos elecciones autonómicas pronto, en Asturias y Andalucía”, dijo.
Pero de todas formas “la soberanía de España está entregada a los bancos”. Y como es poco probable que el Gobierno de Mariano Rajoy rectifique la reforma laboral, se verá “un escenario bastante caliente de una creciente conflictividad social”, alerta Couso.
Al término de la marcha, los lideres sindicales aseguraron a viva voz que si el Gobierno no se sienta a negociar con los sindicatos y elabora un Presupuestos para 2012 adecuado a las "necesidades" de España "la movilización va a continuar y habrá conflicto después del 29 de marzo" (29-M), fecha para la cual ha sido convocada una huelga general en el país ibérico.
La huelga tendrá lugar la víspera de la presentación de los presupuestos para el año 2012, marcados por la austeridad, y coincide con los cien días del gobierno del conservador Partido Popular, investido el 21 de diciembre.
El nuevo ejecutivo adoptó el 11 de febrero una nueva reforma para flexibilizar el mercado laboral, que incluye una reducción de las indemnizaciones por desempleo y medidas para estimular el empleo entre los jóvenes.
Aunque no aclara cómo, el gobierno de Mariano Rajoy apunta que el objetivo de tales medidas es reactivar la creación de puestos de trabajo, en un país con una tasa de desempleo récord entre los países industrializados (22.85%) y especialmente dramática entre los menores de 25 años (48.6%), pero los sindicatos, alertas al detalle, estiman que la propuesta en realidad busca como efecto el facilitar los despidos. (Con información de agencias)
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