Parte de nosotros pasea por las calles de esa Isla, y podemos casi respirar su aire, quemarnos con su sol, aseguró Hernández en un mensaje fechado en la cárcel de máxima seguridad de Victorville, en California.
Luego de conocer que la jueza Joan Lenard aceptó el 3 de mayo modificar las condiciones de libertad supervisada de González y le permitió permanecer en la isla caribeña a cambio de la renuncia a su ciudadanía estadounidense, señaló que "René llegó a Cuba para quedarse".
Recordó en su nota que González "pudo valerse de los mismos pretextos de quienes muy pronto decidieron declararse culpables y cooperar con las autoridades".
Sin embargo, en "su mente nunca hubo la menor duda, ni en su conducta una mínima vacilación", puntualizó.
Los fiscales sabían que muy poco tenían contra él, y trataron de sacarlo del camino con ofertas. "Les dolió que él les cantara 'El Necio', y se ensañaron. Nadie lo vio llorar cuando separaron a Olga (Salanueva, su esposa) de las niñas y la tiraron en una celda", enfatizó.
Pero "en René nunca notamos el más mínimo quebranto. Cumplió con dignidad cada día de su condena, y salió (el 7 de octubre de 2011) con la frente tan en alto como cuando había entrado, pero aún tendría que sufrir en soledad la pérdida de su hermano y de su padre".
Hernández, quien cumple una sanción de doble cadena perpetua más 15 años, añadió que alguien le ha preguntado "cómo diremos ahora que no somos cinco, sino cuatro", a lo que ha respondido que es un error, "somos cinco y seguiremos siendo cinco".
Si hoy tenemos que continuar la lucha no es solo por los otros cuatro, es también por René, porque lo conocemos y sabemos que el no será realmente libre hasta que estemos todos de regreso en la Patria, acotó.
"La diferencia es que esta batalla, que será hasta el final por los Cinco, cuenta desde hoy con un nuevo abanderado. Felicidades René ¡Tus cuatro hermanos celebramos contigo, orgullosos!", concluyó.
Considerados Héroes para su pueblo, los Cinco, como son identificados a nivel internacional Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, fueron arrestados el 12 de septiembre de 1998 en la ciudad de Miami, los confinaron durante 17 meses en celdas de castigo y en diciembre de 2001 los sentenciaron luego de un juicio plagado de irregularidades.
La misión que los llevó a territorio de Estados Unidos fue vigilar y frenar las acciones que con total impunidad han planificado, organizado y ejecutado desde el sur de la Florida grupos violentos de cubanoamericanos contra la población civil del país caribeño, las cuales han dejado en más de 50 años cerca de tres mil 400 víctimas fatales y más de dos mil incapacitados.
En febrero de 2014 debe salir de prisión Fernando González, cuya sanción inicial fue de 19 años, pero luego de ser resentenciado en 2009, le impusieron 17 años y nueve meses.
Labañino y Guerrero, también resentenciados, saldan una pena de 30 años; y 21 años, 10 meses y cinco años de libertad supervisada, respectivamente.
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