El colectivo de 'hacktivistas' Anonymous ha lanzado la llamada Operación Guantánamo, cuyo objetivo busca llamar la atención mundial sobre los 100 días de la huelga de hambre que mantienen un centenar de reos en esa prisión, mantenida por Estados Unidos a contrapelo de buena parte de la opinión pública norteamericana y mundial en una parte de territorio cubano ilegalmente ocupado hace más de un siglo.
Operación Guantánamo organiza una serie de "tormentas Twitter, bombas correo electrónico y bombas fax" y se extenderá durante tres días a partir de este viernes, como un esfuerzo adicional del grupo para "crear conciencia en los medios sociales” sobre las violaciones de derechos humanos que ocurren en el enclave militar convertido en prisión donde se lleva a cabo, como práctica habitual, la tortura.
Como parte de la "tormenta" en Twitter, el grupo ha enviado una serie de mensajes para que sean propagados por las personas no indiferentes al destino de los prisioneros de la cárcel. Sin embargo, los 'hackers' instan a los usuarios no solo a 'retuitear', sino también a escribir sus propios comentarios al respecto.
"EE.UU. está matando lentamente a las personas en una prisión que nunca debería haber existido”, dice uno de los mensajes en la red social.
“Obama podría cerrar Guantánamo si quisiera”, proclama otro comentario.
Con anterioridad el sitio web de Anonymous había publicado también números de teléfono de la Casa Blanca, el Comando Sur de Estados Unidos y el Departamento de Defensa, instando a los partidarios a "bombardear" a los funcionarios con llamadas acerca de la cárcel estadounidense en la isla de Cuba.
Desde que el 6 de febrero empezó la huelga de hambre, que en marzo se había convertido en una protesta multitudinaria. En la actualidad son ya más de un centenar los prisioneros de Guantánamo que se han unido a este acto de protesta por las violaciones de los derechos humanos en el recinto, así como por la confiscación de ejemplares del Corán y de otras pertenencias.
En represalia, los directivos del penal han decidido practicar la alimentación forzosa mediante sondas nasogástricas, medida que Juan Méndez, relator especial del Comité contra la Tortura de la ONU, ha calificado como "trato degradante, cruel e inhumano".
La mayor parte de estos detenidos están allí hace años, aunque la defensa de muchos de la mayoría de ellos ha probado que ninguno tiene vinculación alguna con el terrorismo. Sin embargo, se extiende el limbo legal y la justicia y administración estadounidenses no hacen nada por decidir la suerte de esos hombres, explicó Méndez.
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