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viernes, 20 de septiembre de 2013

Enfrentar al secretismo con la manga al codo también en los medios

Omar George

Algunas informaciones u opiniones sobre acontecimientos de interés público aparecidos en nuestros medios de prensa en los últimos tiempos rasgan esporádicamente el denso velo del secretismo que durante décadas ha impedido un desempeño más eficaz de la prensa cubana.
No podía esperarse otra respuesta después de las sesiones del IX Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, donde el “síndrome del silencio” quedó emplazado tanto desde la perspectiva mediática como desde la comunicación institucional y social en general. Y esta vez con la esperanza —renovada cada vez que se les gana una escaramuza a los “secretistas”— de que será una actitud perdurable.
Sin embargo, hay un matiz que a mi modo de ver limita el alcance y la trascendencia de tal ejercicio: los trabajos periodísticos que toman como referente algunos hechos de repercusión social tienen como destino, por regla general, las publicaciones digitales de nuestros medios en INTERNET, los blog y las redes sociales en que se insertan los profesionales de la prensa en Cuba.

De manera que sucesos como el exabrupto del músico Robertico Carcassés en el concierto por los Cinco, el pasado 12 de septiembre —y las consiguientes reacciones, en su mayoría de reproche a su irrespetuoso proceder, pero también los intentos de los malintencionados de siempre de “politizar” el hecho para utilizarlo como arma contra la Revolución y la carta suscrita por prestigiosos artistas también presentes en el homenaje a nuestros Héroes en que condenaban sin cortapisas aquel lamentable episodio— no han tenido cabida en la prensa nacional, hasta donde me consta.
La difusión de informaciones y criterios al respecto ha sido sin embargo pródiga en la red de redes: como si tener al tanto de lo que interesa y afecta a la inmensa mayoría de nuestro pueblo, que no tiene acceso a Internet, no estuviera también entre los cometidos y las responsabilidades del periodismo y los periodistas cubanos a partir de sus medios tradicionales.
Pongo el ejemplo de Carcassés como pudiera poner el de la contratación de Pedro Luis Lazo y Ariel Pestano por el equipo profesional Industriales de Coatzacoalcos, de México, para jugar en la Liga Invernal, noticia originada en México y desmentida luego por las autoridades de la Comisión Nacional de Béisbol en lo que a Pestano respecta, pero nunca trascendida en sus dimes que te diretes al lector, oyente o televidente cubano promedio.
Y así podría recordar cómo se manejó la información de la disponibilidad del cable submarino de fibra óptica y de otras tantas referencias que harían la relación cuando no interminable, sí extensa.
El hecho parece tanto más paradójico en tanto preferimos “internacionalizar” a través de la Red noticias y criterios presuntamente controvertidos de los que podemos ser fuente porque se promueven aquí, y sin embargo se los escamoteamos a miles, cientos de miles de coterráneos a quienes, a falta de verlos reseñados en nuestros periódicos o en los espacios informativos de la radio o la televisión, sólo les queda el recurso del rumor, en el mejor de los casos.
¿Alguien orientó no reflejar en nuestros medios impresos o audiovisuales los ejemplos mencionados y otros que no traje a colación? ¿A algún directivo de la prensa no le pareció importante tener al tanto a la gente común (lo común en este caso es la imposibilidad de buscar la información en Internet) de hechos e interpretaciones que le atañen? ¿No hubo periodistas ni jefes que al menos lo intentaran, aunque fuera para probar una vez más que todavía hay mucha pasividad, aprehensión y temor en nuestras redacciones?
No sé. Puede que no haya sólo una respuesta ante tantas preguntas. Lo que sí me parece es que, en materia de secretismo, conviene de vez en cuando a la prensa cubana mirarse también por dentro. (Tomado de Perlerías)

2 comentarios:

  1. Estimado profesor, lamentablemente el "síndrome del silencio" aún campea por su respeto en la prensa cubana. Es cierto que aún existe autorregulación en los periodistas y directivos, pero la mayor influencia la ejerce la administración de la información por parte de las fuentes. Otro ejemplo pudiera ser el "secreto de Estado" que constituyó la fecha de inicio de la serie de Béisbol, de la que nos enteramos por reportes de diferentes medios mexicanos.
    Resta mucho por andar. Somos valientes y críticos en Internet, pero en las ediciones de los medios aún cojeamos del periodismo "chato" que catalogó el profe Julio García Luis en su libro Socialismo, Revolución, Periodismo.

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    1. Froilán, lo increíble resulta que aquel se supone ha de ser texto de cabecera, casi que el ABC del periodismo que queremos y por obligación y más que todo, derecho, debemos hacer en nuestros medios, haya visto la luz casi una década después de su exposición como tesis doctoral del profesor Julio García Luis. Más si como afirman directivos de la UPEC el libro califica como lo mejor escrito hasta hoy sobre las maneras en que han de establecerse las relaciones entre el Partido y la prensa cubana. Algo demorada, pero aparece una herramienta que de seguro habrá de servir de mucho cuando haya necesidad de emplear argumentos en defensa del periodismo que nos reclama el pueblo de Cuba. Antes las ha habido (tesis, resoluciones, acuerdos de Congresos y hasta del Buró Político) pero igual que la tesis de Julito durmieron casi una década antes de salir, esas otras fueron condenadas el sueño de la desidia en gavetas de todas las categorías después de implementadas, y conste que pese al reclamo de directivos de medios y periodistas, lo que resulta peor aún. Gracias por opinar acá en Fanal Cubano.

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