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sábado, 21 de septiembre de 2013

Llegada del Equinoccio invita a disfrutar mañana la Luna de Cosecha en nuestro Hemisferio

Este domingo a las 20:44 UTC (16:44 Hora de Cuba) llega el equinoccio de otoño para los habitantes del hemisferio norte, quienes además disfrutarán por estos días de un bello fenómeno celeste, la llamada luna llena de septiembre o luna de cosecha.
En las fechas cercanas a este momento astronómico que marca el paso del verano al otoño boreal (en el caso de las regiones ubicadas al sur de la línea ecuatorial equinoccio de primavera) los períodos de iluminación solar y las noches tienen casi la misma duración. Su contrario se produce entre el 20-21 de marzo cada año.

Sobre la luna llena de septiembre o luna de cosecha, explican los especialistas que desde días antes del cambio de estación, sucede este singular espectáculo, caracterizado por un cielo de color rojo iluminado por la luz reflejada desde nuestro satélite natural. Su ocurrencia puede producirse antes o después del equinoccio otoñal, pues se trata simplemente del plenilunio más próximo a ese instante del calendario astronómico.
La apariencia de esta luna, de una tonalidad dorada, amarillenta o rojiza, es el resultado de su posición de salida cercana al horizonte oriental casi al momento de la puesta del sol. En esta situación, la luz proveniente del astro atraviesa una cantidad mucho mayor de atmósfera, lo cual dispersa el componente azul y permite el paso en línea recta al ojo del observador del componente rojizo, un efecto conocido como Dispersión de Rayleigh. Cuando concurren estas condiciones se producen los únicos días del año en que no hay oscuridad y la luna brilla toda la noche.
Otro fenómeno, resultante de la llamada Ilusión lunar y que tiene un carácter enteramente psicológico, hace que a los ojos de los espectadores el satélite natural de la Tierra presente un mayor tamaño aparente. Afecta por igual a cualquier astro que se encuentre a baja altura sobre el horizonte, por ello los astrónomos alertan este año sobre la posibilidad de, mediante el auxilio de prismáticos, poder observar a los planetas Venus y Saturno, que parecerán estar muy próximos uno del otro.
El escaso retraso de la salida del plenilunio respecto a la puesta del sol hace posible extender la actividad de agricultores durante la cosecha a lo largo de toda la noche, de ahí que el folclor otorgue ese nombre a estas lunas, también conocidas en otras regiones como Luna del Vino, la Luna cantarina o la Luna de la llamada del alce.
Diversas culturas celebran reuniones, festivales y rituales que se encuentran intrínsecamente relacionados con el bello fenómeno astronómico, y en ocasiones, se les pide a los miembros cuyo nacimiento haya coincidido con alguna de estas lunas que organicen un festejo para el resto de la comunidad.

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