Las cifras corresponden al 99.00 por ciento de las mesas escrutadas, en las que Zuluaga acumuló 6 millones 870 mil 297 sufragios para un 45,06 por ciento.
Santos llevará así adelante el proceso de paz iniciado en 2012 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), eje central de su política -que ha ganado el respaldo nacional e internacional-, para poner fin a un conflicto armado de más de 50 años, el de mayor duración en América Latina.
De acuerdo con su propuesta programática para el venidero mandato (2014-2018), cuya toma de posesión será el 7 de agosto, "los representantes de las FARC ocuparán un espacio en el Congreso y se les dará la oportunidad de expresar su inconformismo siguiendo su ideología política inicial".
"Con eso se reforzará la diversidad de pensamiento y se abrirán campos a las nuevas alternativas y opciones para generar un cambio social e incluyente", enfatiza una de sus premisas de gobierno.
También, como anunció, podrá avanzar un eventual proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en estos momentos en fase exploratoria.
En la primera vuelta de las elecciones del pasado 25 de mayo, Santos obtuvo el 25,69 por ciento de la votación -equivalente a 3 millones 301 mil 815 sufragios-, un total de 458 mil 156 votos menos que su contendiente en esta vuelta definitiva.
Santos llegó a estos comicios con el apoyo de la izquierda, de las llamadas enormes minorías, el 90 por ciento de los gremios sindicales, el campesinado, las víctimas del conflicto, el 80 por ciento de la población indígena, el grupo de la Constituyente de 1991, vastos sectores de organizaciones femeninas, artistas, cantantes, ambientalistas, líderes políticos y empresarios.
Con su mantenimiento en el cargo se esfuma la pretensión de Álvaro Uribe (el político detrás de Zuluaga) de "refundar la patria" y ocupar la silla presidencial por 13 0 14 años más, como anunció.
Santos: hemos llegado al fin de la violencia
En su primer discurso tras ser reelegido para el período 2014-2018, Juan Manuel Santos invitó al país a trabajar por la paz y el fin de la violencia con seriedad y decisión.
El dignatario apuntó que este es el comienzo de una nueva Colombia con más libertad y justicia social, un país reconciliado consigo mismo aunque, dijo, tendremos que dar pasos difíciles para asegurar una paz justa y duradera.
Acompañado por su familia, su fórmula vicepresidencial, Germán Vargas Lleras, y cientos de simpatizantes, Santos reiteró que concluir las conversaciones con la insurgencia no ha sido ni será fácil. Siempre hay obstáculos y enemigos, acotó.
Este es uno de los momentos más importante de nuestra historia y necesitaré el apoyo de todos. Invito a los más de 47 millones de colombianos a la unidad por la paz, sostuvo el recién electo gobernante, quien agradeció a todos los que lo apoyaron en esta contienda.
Dos años después de asumir el poder del país en 2010, Santos instaló un proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), que ha logrado acuerdos parciales calificados de histórico, con un respaldo permanente de varias naciones y organizaciones nacionales e internacionales.
El lunes último anunció el inicio de conversaciones exploratorias con el Ejercito de Liberación Nacional (ELN), con vistas a la instalación de una mesa paralela, algo sin precedentes hasta ahora, según analistas.
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