Le dieron un espacio mínimo y La Pulga no lo desaprovechó. Un golazo. |
Vibró el Maracaná con Lionel Messi. Argentina vistió de albiceleste toda la ciudad de Río Janeiro y su selección debutó con victoria 2-1 sobre Bosnia-Herzegovina en la Copa del Mundo de fútbol.
Si no lo hubiera vivido in situ sería imposible creerlo: un mar de hinchas argentinos acudió al partido de su equipo nacional, e inundó con cánticos ensordecedores y consignas desafiantes el majestuoso estadio Maracaná, el templo sagrado del fútbol brasileño, su eterno rival.
Y su selección no los defraudó, aunque aprobó el duro examen bosnio con lo justo, ganó porque tiene a Messi y poco más, pero a estas alturas lo importante son los tres puntos y el liderato del grupo F.
Lo importante era empezar ganando y lo conseguimos. Bosnia es un gran equipo que juega bien. No esperaba menos de nuestros hinchas, sabía que esto iba a ser así. Ahora tenemos que seguir como vinimos: con tranquilidad y en busca del objetivo de ganar el torneo, sentenció un Messi exultante, decidido.
Argentina, sin darse cuenta, entró a la grama del Maracaná con el pie derecho. Sin pensarlo mucho ni desearlo demasiado se encontró con un gol a favor en el minuto tres del choque, marcado en propia puerta por el defensa rival Sead Kolasinac, tras un saque de falta botado por Messi.
Ese gol sirvió de bálsamo para los suramericanos, quienes entregaron el balón a sus enemigos y se colocaron en posición de contragolpe. Pero la disposición táctica (5-3-2) del entrenador Alejandro Sabella imposibilitaba la verticalidad; jugar con cinco defensas resultó demasiada precaución ante un equipo que coloca pocos efectivos en ataque.
Entonces el partido se trabó. Ambos conjuntos montaron una batalla sin cuartel en el centro del campo y los delanteros argentinos (Messi y Sergio Agüero) quedaron marginados de la acción, o al menos distanciados, un logro extraordinario del entrenador bosnio Safet Susic.
Pese a la concurrida defensa argentina, fueron los europeos quienes más cerca estuvieron de marcar, en especial en el minuto 40 cuando Senad Lulic cabeceó a placer dentro del área, pero el arquero argentino Sergio Romero se lució sobremanera con una atajada de antología.
Nada más comenzar el segundo tiempo Sabella corrigió el sistema y metió un delantero, Gonzalo Higuaín, en lugar de un defensa. Argentina toda lo agradeció y la selección funcionó de manera mucho más fluida y dinámica.
En el primer tiempo los dejamos jugar, les dimos la pelota y se nos hizo difícil llegar de contra, reconoció Messi, seleccionado el mejor jugador del partido. Después en el segundo parcial tuvimos "más la pelota y creamos más opciones" ofensivas, añadió el crack del FC Barcelona.
Así, Argentina amplió la ventaja en el minuto 65 porque Messi lo consideró oportuno y ya. En una de sus galopadas, marca reservada, el astro albiceleste sorteó a varios defensas rivales y realizó un disparo milimétrico que chocó en el poste y se coló en la portería rival.
Ese tanto "era asegurar lo tres puntos. Terminar convirtiendo, después de cómo estaba jugando, fue bueno", relató Messi, quien abrió así su cuenta goleadora en Brasil-2014.
Después del gol messiánico Bosnia bajó los brazos y Argentina tuvo en sus manos la ampliación de la diferencia pero, como siempre sucede, los suramericanos se complicaron la vida y terminaron con el corazón en la boca.
Corría el minuto 84 y Argentina dominaba a placer, pero los bosnios robaron un balón y montaron una contragolpe letal, finiquitado magistralmente por Vedad Ibisebic para el 2-1. Quedaban seis minutos más el descuento, el Maracaná era puro nervio, pura adrenalina.
Por suerte para los de la tierra de Diego Armando Maradona el marcador se mantuvo inamovible y se selló un triunfo lejano de la excelencia pero éxito al fin y al cabo.
Ahora, los albicelestes marcan la punta en el grupo F, con tres puntos, y en su próximo desafío chocarán contra la escuadra de Irán, a priori la cenicienta del grupo. Bosnia, por su parte, enfrentará a las Águilas Verdes de Nigeria, en un partido a matar o morir.
Ecuador y Honduras con pie izquierdo
En los partidos previos de la jornada, dos selecciones latinoamericanas del grupo mundialista E cayeron ante un mejor fútbol de sus rivales europeos. A primera hora, en el estadio Mené Garrincha, de Brasilia, Ecuador estuvo a 20 segundos de sellar el primer empate en la cita Brasil-2014, pero de impedirlo se encargó el suizo Haris Seferovic, quien rompió el abrazo a un gol y enmudeció a 15 millones de ecuatorianos que ya se conformaban con la negociación durante el debut de la Tricolor en el Mundial.
Qué dolor! Nos metieron el gol en el último minuto. Y cuando veníamos de perder una excelente oportunidad. Ni modo, no perdamos esperanza, escribió el canciller Ricardo Patiño en su cuenta de Twitter, inmediatamente después de concluido el encuentro.
Los ecuatorianos habían comenzado a soñar con la victoria a los 22 minutos del primer tiempo, tras un golazo anotado de cabeza por el internacional Enner Valencia, pero apenas transcurridos 180 segundos del segundo parcial, Admir Mehmedi se encargó de emparejar el marcador.
A medida que avanzaba el partido sin que ninguno de los dos equipos lograra romper el abrazo a uno, en las redes sociales se comenzó a comentar que un empate también era un buen resultado para que Ecuador iniciara su camino en su tercera Copa Mundial.
Pero la debacle llegó en el tiempo de descuento, después que los suizos aprovecharon la falta de definición de Michael Arroyo frente a la portería rival, y organizaron un contraataque fulminante que culminó con el gol de Seferovic.
En esta, su tercera participación en un Mundial, Ecuador enfrentará el 20 de junio próximo a Honduras, conjunto que este domingo en la tarde cayó por goleada 3-0 ante Francia, el otro integrante del Grupo E y con el cual medirán fuerzas los de la mitad del mundo cinco días después de su cara a cara con los catrachos.
En el partido intermedio del programa dominical, la selección de Les Bleus superó con categoría a Honduras en encuentro donde sobresalió el delantero Karim Benzemá con dos anotaciones (y media) de las tres del conjunto galo.
El delantero del Real Madrid anotó al minuto 45 (de penal) y al 72', mientras que al 48' un disparo suyo desde la izquierda, pegó en el palo, regresó hacia el portero Noel Valladares en el palo contrario y este la empujó hacia adentro.
Esa anotación provocó protestas en la grada y por parte del DT de Honduras Luis Fernando Suárez, pero la evidencia aportada por la tecnología selló la decisión del autogol.
En cada estadio mundialista de esta cita Brasil 2014 las porterías tienen siete cámaras enfocadas sobre la raya para determinar si una pelota traspasa la línea. El árbitro brasileño Sandro Meira Ricci, como todos los demás colegiados que participan, usa un reloj especial que recibe una señal para saber si el balón cruzó la línea delimitadora.
Ahora Benzemá empató con el brasileño Neymar y los holandeses Robin Van Persie y Arjen Robben en el liderato de la tabla de goleadores del Mundial de fútbol.
(*) Enviado especial de la agencia Prensa Latina.
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