Julia Pierson, chivo expiatorio por violaciones de normas y protocolos de los sistemas de seguridad presidencial. |
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, confirmó la decisión de Pierson, que también fue aceptada por el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Jonson y contó con la aprobación del presidente estadounidense, Barack Obama.
Según Earnest, después de conocerse la decisión de la directora del Servicio Secreto, Obama la telefoneó y le agradeció sus más de 30 años de dedicación a la protección de las más altas figuras políticas de Estados Unidos, destaca el diario The Washington Post. La Pierson llegó a su cargo en marzo de 2013.
También se conoció que a sugerencia del presidente Obama, el secretario de Seguridad Nacional designó como director interino del Servicio Secreto a Joseph Clancy, retirado del servicio activo desde 2011 pero que se destacó como un agente especial a cargo de la división de protección de presidentes.
Earnest subrayó que no hay una fecha establecida para nombrar a un sustituto permanente de Pierson.
Por su parte, el congresista Jason Chaffetz, republicano de Utah, y miembro del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, que analizó la labor de Pierson, declaró que "ella habáa perdido la confianza de los hombres y mujeres en el Servicio Secreto, donde la situación es cada vez peor".
El Servicio Secreto, a cargo de la protección y salvaguarda del presidente de Estados Unidos ha sido fuertemente criticado en los últimos días, después que revelaran incidentes que han puesto en riesgo la vida del mandatario estadounidense.
Hace apenas unas horas se conoció que un hombre armado y con antecedentes penales viajó junto al presidente Barack Obama en un ascensor, sin ser detectado por sus guardaespaldas, durante una visita al Centro para el Control y la Prevencián de Enfermedades en Atlanta, el pasado 16 de septiembre.
También ocupó titulares un incidente ocurrido tres días después, el 19 de septiembre, cuando un hombre procedente de Texas, irrumpió en la Casa Blanca armado de un cuchillo.
Revelaciones hechas este lunes por fuentes anánimas, detallaron que Omar González, un exveterano de la guerra en Irak, irrumpió en la planta principal de la mansión presidencial, pasando por diferentes salones y por delante de una caja de alarma que estaba desconectada.
Pierson fue además criticada por un hecho ocurrido en noviembre de 2011, cuando un hombre disparó al menos ocho veces contra la Casa Blanca con un fusil semiautomático de alto poder.
Al menos siete proyectiles alcanzaron la residencia presidencial, en la que no estaban Obama y su esposa, Michelle, pero sí su hija menor. Lo curioso del asunto es que los supervisores del Servicio Secreto no se dieron cuenta de que los disparos habían golpeado la Casa Blanca sino hasta cuatro días después, cuando un empleado descubrió un vidrio roto y un pedazo de cemento.
Dos años antes, también en noviembre, una pareja logró colarse a la primera cena de Estado del presidente Obama, en honor del primer ministro indio, Manmohan Singh.
Tareq y Michaele Salahi aparentemente no estaban invitados a la gala, pero lograron pasar por los chequeos de seguridad, ingresaron al recinto e incluso saludaron al mandatario, todo para luego publicar fotos del evento en Facebook.
Por si alguien lo olvidó, en 2012, en ocasión de la Cumbre de las Américas celebrada en Cartagena de Indias, Colombia, once empleados del Servicio Secreto fueron suspendidos tras acusaciones de que intentaron llevar prostitutas a su hotel, un hecho que generó revuelo en la opinión pública y algunos consideraron puso en tela de juicio el funcionamiento de la agencia federal. (Resumen de agencias)
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