El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest (en la foto), resaltó este viernes la eliminación de algunas restricciones al comercio con Cuba y reiteró el llamado al Congreso estadounidense para que levante el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la isla hace más de medio siglo.
Durante una conferencia de prensa, el portavoz del Gobierno norteamericano sostuvo que la comunidad de negocios de Estados Unidos apoya estos cambios de regulaciones.
De acuerdo con Earnest, quitando algunas de estas restricciones se pueden mejorar los vínculos, pues afirmó que el bloqueo que se mantiene contra la nación antillana es una “política fallida de aislamiento que no trajo los resultados que nos gustarían ver en Cuba.”
Así, a pesar de promover modificaciones en la política hacia el país caribeño, ratificó la intención reiterada por el Gobierno estadounidense de promover cambios en el sistema de la isla, que en 1959 apostó por un proceso revolucionario a solo 90 millas de Estados Unidos.
Flexibilización, pero se mantiene el bloqueo
Este viernes, a tan solo pocas horas de la visita del Papa Francisco a Cuba, el Gobierno de Estados Unidos (EEUU) anunció la flexibilización de una serie limitaciones legales contra la isla, pero sin un levantamiento definitivo del bloqueo impuesto a principios de la década del 60 del pasado siglo.
De acuerdo con el Departamento del Tesoro de EEUU, las medidas comenzarán a regir a partir del próximo 21 de septiembre y contemplan flexibilizar el viaje de los ciudadanos estadounidenses a Cuba, las operaciones de sus empresas con la nación caribeña, así como la autorización mediante licencia general de las remesas a Cuba y eliminan los límites para estas.
También se espera que permitan el transporte por barco de viajeros autorizados, sin embargo, continúan prohibiéndose los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba por motivos turísticos.
Además, se espera que los viajeros que entran entre las 12 categorías aceptadas por EEUU puedan abrir y mantener cuentas en los bancos de Cuba, lo que les permitirá tener acceso a fondos durante su estadía en la mayor de las Antillas.
Mientras tanto, las empresas de viajes y telecomunicaciones, medios de prensa, organizaciones religiosas, universidades y otras empresas estadounidenses podrán abrir oficinas o almacenes en la isla.
Pese a esta flexibilización, desde la nación norteamericana mantienen otras medidas coercitivas que han dejado pérdidas de hasta 121 mil 192 millones de dólares a la economía cubana.
Organizaciones a favor de la política de acercamiento como el Cuba Study Group, #CubaNow y Engage Cuba acogieron positivamente las medidas aunque llamaron al Congreso a eliminar definitivamente el bloqueo a la Isla.
“Sin la acción del Congreso para cambiar las leyes estadounidenses aplicables al actual embargo hacia Cuba y las prohibiciones relacionadas, todavía nos queda un largo camino por recorrer antes de que las empresas pueden participar en una amplia gama de actividades de negocios en ese país”, comentó un abogado especialista en derecho corporativo.
Como era de esperar, el anuncio de las medidas ha levantado críticas entre el ala más reaccionaria de la derecha cubanoamericana y políticos que cabildean con el tema en Miami, quienes consideran que tal flexibilización viola las leyes del bloqueo.
“No solo estas medidas dañan la causa de una Cuba libre sino que levantan serias dudas sobre la legalidad de las regulaciones [implementadas por] la Administración de Obama”, dijo el candidato presidencial republicano Marco Rubio.
Por su parte, en otra de sus acostumbradas perretas, la congresista Ileana Ros-Lehtinen consideró que con este paso, la Administración de Obama “continúa ingenuamente alimentando expectativas de una Cuba que no existe”, en relación al llamado sector privado el cual “es parte de un estado policial bajo control militar”. (Resumen de agencias)
No hay comentarios:
Publicar un comentario