Entrevista al periodista Enrique Ubieta
Guillermo Nova (La República)
Enrique Ubieta es un intelectual acostumbrado a nadar a contracorriente, pero nunca entre dos aguas, él tiene claro que su orilla está en las costas de Cuba, desde la que se asoma a la realidad de dentro y fuera de la Isla. Para él la Revolución sigue siendo una opción ética, un salvavidas para superar estos tiempos de tormenta. Director de La Calle del medio, una de las publicaciones más seguidas por la juventud cubana, conversó en exclusiva con La República sobre los actuales retos de los jóvenes, el fenómeno bloguero y los medios de comunicación.
¿Qué factor nuevo aporta la “ciberdisidencia” dentro del panorama de la oposición cubana?
La novedad es más de forma que de contenido, puede parecer un nuevo tipo de disidencia porque ante la ineficiencia de la disidencia clásica ellos al principio fueron presentados como un grupo de personas que querían opinar pero que no querían hacer política, la práctica ha demostrado todo lo contrario. Ellos empezaron hablando de temas cotidianos aparentando una mirada alternativa que a la postre terminó siendo la misma mirada de la contrarrevolución repitiendo los tópicos centrales de la contrarrevolución.
¿Qué objetivo tienen estos blogueros?
El objetivo real es doble, lo primero es establecer un patrón de opinión en el exterior sobre lo que sucede en Cuba siguiendo las directivas de las grandes transnacionales de la información, pero la esencia es construir figuras internas que sean mediáticas y que puedan sustituir a las figuras tradicionales de la contrarevolución gastadas y que nunca tuvieron liderazgo en el país.
¿Últimamente los ciberdisidentes están pasando de la computadora a la calle?
Ellos estaban obligados a salir del cibercafé a la calle, porque en ninguna parte del mundo se puede ser un líder si ni siquiera tus vecinos te conocen, ese es su verdadero drama, siempre han intentado construir líderes que respondan a los intereses norteamericanos por eso nunca han logrado tener referentes con liderazgo entre los cubanos.
¿No le aportan diversidad al actual panorama mediático cubano?
Ellos se encargan de construir todos los días una imagen de atrezzo de país en tormenta y por eso pintan en sus blogs el cielo negro con rayos y truenos para que el lector piense que va a pasar un ciclón por la ciudad, pero ellos no tienen vínculos con la realidad cubana.
¿Internet es un enemigo de la Revolución cubana?
Pensar que internet es un enemigo para la Revolución, por lo que estas personas escriben, es un verdadero error y ellos mismos lo saben, aquí simplemente se trata de construir figuras de fama internacional que puedan ser insertadas en la sociedad cubana para que sirvan de correa transmisora a los intereses del gobierno norteamericano.
¿La blogosfera cubana no está polarizada entre los que escriben a favor y los que lo hace en contra de la Revolución?
En toda guerra hay una polarización como es obvio, pero reconocer que hay dos bandos no me parece algo negativo, porque en este caso el verdadero objetivo no es el bloguero que escribe a favor o en contra, sino el lector, que para nosotros a diferencia de ellos no es extranjero sino cubano.
¿La clave de la victoria está en quien tome la iniciativa?
La clave de la victoria está en quien diga la verdad y en quien sea honesto, porque estamos en un combate desigual, nosotros somos la ciberguerrilla y ellos son la cibercorporación.
¿Este fenómeno no genera en Cuba una cultura defensiva?
El objetivo principal es el lector y hay cosas que yo no puedo dejar sin respuesta, porque a ese lector le está llegando una manipulación de la verdad y mi lector ideal no vive en ningún otro país que no sea Cuba.
Los jóvenes son el potencial público lector de los blogs, ¿cómo ve a la juventud cubana?
Yo soy muy optimista con la juventud, aunque los jóvenes cubanos no tiene porque pensar igual que pensamos nosotros, eso es normal y ha pasado en todas las generaciones, además comprendo que tuvimos fallos en la educación que son culpa nuestra y en gran medida ocasionados por el Periodo Especial. Esa etapa tan fuerte que nosotros vivimos dejó un saldo negativo para los más jóvenes, porque como no pudieron conocer la época anterior no pueden comparar, pero a pesar de ellos se han criado en una serie de valores de solidaridad y generosidad, incluso aquellos que desertan y se van del país se llevan esos valores.
¿Cuál es el reto que tienen los jóvenes cubanos hoy?
Ellos tienen que asumir plenamente el protagonismo absoluto de su época a su manera pero con toda la confianza, defender la rica individualidad de esa persona sin que se convierta en la defensa de un individualismo absoluto que se contraponga al contexto social.
¿Y que les puede ofrecer Cuba a los jóvenes?
Lo que no podemos nunca prometerles a los jóvenes es que van a tener dos casas y tres carros o a un pelotero que va a tener un contrato de millones de dólares, pero lo que si le podemos ofrecer y eso no se lo puede prometer el capitalismo, es que un niño de secundaria puede ser en la vida lo que él se proponga, puede ser el mejor pelotero del mundo, el mejor músico o el mejor cirujano porque tiene las puertas abiertas para cumplir los sueños de su vida y ese horizonte solo es posible estando aquí en Cuba.
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