Un grupo de estudios políticos partidario de flexibilizar el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba calificó de inaceptables las maniobras a favor de restringir los viajes a la nación caribeña.
LAWG, siglas del Grupo de Trabajo para América Latina, con sede en Washington, considera que la enmienda presentada dentro del proyecto de ley de gastos para servicios financieros del año fiscal 2012, está diseñada para dividir familias. En ese sentido, alertó que la propuesta está encaminada a separar a los cubanoamericanos de sus sus seres allegados al otro lado del estrecho de Florida.
El 23 de junio el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes estadounidense revirtió en un voto a viva voz, la flexibilización de viajes y remesas a Cuba, ordenada en 2009 por el presidente Barack Obama.
Mario Díaz-Balart, legislador de Florida, quien representa al sector más reaccionario de la comunidad de origen cubano en ese sureño estado, es el promotor de la iniciativa, que aún debe pasar el escrutinio del pleno del Congreso.
La percha revoca la orden de Obama respecto a la posibilidad de los encuentros familiares, así como el envío de remesas.
De cumplirse con lo que propone Díaz Balart, se produciría un retorno a las restricciones impuestas durante el mandato republicano de George W. Bush (2001-2009).
En ese periodo los cubanoamericanos solo podían visitar a familiares cercanos en Cuba una vez cada tres años, sin excepciones humanitarias, además tenían límites excesivos para el envío de remesas.
"Si esta enmienda se convierte en ley, la mayoría de los cerca de 400 mil cubanos que viajaron a Cuba el año pasado a ver a sus familias ya no podrían hacerlo, y se cortarían las remesas", advirtió LAWG.
Grupos culturales, religiosos y académicos fueron favorecidos en enero de este 2011 con el anuncio del jefe de la Casa Blanca respecto a la flexibilización de los viajes, pero la ley federal dejó inalterable las restricciones para la mayoría de los estadounidenses.
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