M. H. Lagarde
Un artículo publicado en Los Ángeles Times asegura que no se sabe a dónde han ido a parar alrededor de 6 600 millones de dólares del contribuyente estadounidense, destinados por la Casa Blanca a fondos para la reconstrucción de Irak.
Según auditores federales que revisaron las cuentas, el dinero asignado tras la invasión de la nación árabe por fuerzas de Estados Unidos y sus aliados en marzo del 2003, se perdió o fue robado, señala el diario estadounidense.
Pero Irak no es único lugar del mundo donde se evapora el dinero del contribuyente norteamericano.
De acuerdo con un reportaje del periodista Tracey Eaton, publicado por el sitio digital contrarrevolucionario www.cubaencuentro.com, una buena parte de los de $ 94 millones, que desde 2007 Estados Unidos ha destinado para fomentar la subversión en Cuba, le ha sido entregada a los mercenarios, ya sea en la Isla o en Miami, sin el menor control.
Fuentes citadas por Eaton aseguraron que el gasto de los programas subversivos de la USAID se dispararon tras la enfermedad en 2006 del Comandante en Jefe Fidel Castro y el gasto llegó a alcanzar una cifra récord de $ 45 millones en 2008. La fuente dijo:
“Según todo el mundo en el Departamento de Estado, ese fue el año en que los programas… dejaron de funcionar por completo. Es muy difícil gastar tanto dinero, así que, ¿cómo se gasta? Básicamente, se da a personas en Estados Unidos y se les dice: Bien, traten de hacer algo bueno con el dinero”.
Pero no siempre el uso que se hace del dinero tiene que ver con la "libertad" de Cuba. En tiempos de la administración Bush, Felipe E. Sixto, el administrador del Center for a Free Cuba (CLC) fue condenado a multas y tres años de libertad condicional, por robarse cerca de 600.000 dólares del dinero de la USAID destinado a la creación de "disidentes" en Cuba.
De igual forma, los propios mercenarios se han quejado en varias ocasiones que la mayor parte del dinero que les confiere el gobierno norteamericano se queda en manos de la mafia cubanoamericana de Miami y nunca llega a la Isla.
Hechos como estos son los que han llevado a la congelación de una partida de 20 millones de la USAID por parte de una Comisión encabezada por John Kerry, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Según fuentes del Congreso de Estados Unidos:
En años anteriores, dicen, USAID entregaba el dinero a contratistas privados sin exigir una explicación de los gastos, así que ni siquiera la agencia sabía exactamente cómo se gastaba todo el dinero.
Según la fuente del Capitolio, “la manera en que funcionaba, básicamente hasta (que llegó) Obama, es que todo el mundo prometía hacer la vista gorda ante la forma en que se gastaba el dinero, y estoy hablando de la propia USAID. No había supervisión en el Congreso. No había nada. Y nuestra Sección de Intereses en La Habana no tenía idea de la forma en que se usaba el dinero. Así que los únicos que sabían cómo se gastaba el dinero eran los que lo gastaban”.
“El modelo general era: le doy $ 1 millón a un grupo en Miami y eso es transparente. Es como decir: ‘Sabemos que USAID le dio $ 1 millón a ese grupo en Miami’. Es todo lo que sabemos, y el rastro termina ahí”.
“No había controles”.
No obstante, y a pesar de los razonables cuestionamientos de Kerry, todo parece indicar que las presiones de la mafia sobre el senador surtirán efecto y una USAID, -ahora más "controlada" según el criterio de algunos-, mantendrá, también con Obama, su función como fuente financiera de la llamada industria anticubana. (Reproducido del blog Cambios en Cuba)
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