Refinería del ALBA en Cienfuegos, Cuba, supera plan de producción

La refinería de petróleo Camilo Cienfuegos, fruto de los acuerdos entre Cuba y Venezuela, sobrecumple este año en un dos por ciento su plan de producción, evidencia de la notable estabilidad de la planta y la eficacia del proceso de reactivación ejecutado hace poco más de tres años.
Esta planta que también beneficia a las naciones de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), ha materializado todos los programas productivos, con una alta eficiencia sin roturas u otras afectaciones, aseguró el ingeniero José Suárez, director en funciones de la entidad.
En declaraciones al colega Ramón Barreras Ferrán, del semanario Trabajadores, Suárez señaló que desde su arrancada en diciembre de 2007 esta refinería ha procesado más de 70 millones de barriles de crudo provenientes de Venezuela y para este año el plan sobrepasará los 20 millones.
A pesar de operar en los dos muelles de atraque unos 60 barcos anualmente, la complejidad de las operaciones y los muchos kilómetros de tuberías, no ha ocurrido ni un solo derrame de combustible que pudiera afectar en algún modo el medio ambiente, tanto en el área donde está enclavada la planta, como en la bahía de Cienfuegos, indicó.
Administrada por la empresa binacional CUVENPETROL, la refinería Camilo Cienfuegos se encuentra en un proceso de expansión para aumentar su capacidad diaria de 65 mil barriles a 150 mil y antes de finalizar el año debe entrar en funcionamiento un hidrofinador de diesel, que permitirá reducir los niveles de azufre en el crudo y elevar, por tanto, su calidad.
Una unidad de la empresa estatal China National Petroleum Corp. (CNPC) empezará este año el proceso de expansión de la refinería, una inversión equivalente a unos 6 mil millones de dólares.
En territorio cienfueguero, a unos 250 kilómetros al sureste de La Habana, debe montarse también una planta de regasificación de gas natural licuado, con una capacidad de 2 millones de toneladas al año, cuyo proyecto se encuentra en la fase de finalización de la ingeniería básica.
La planta es hoy uno de los pilares fundamentales en el proceso de cambio de la matriz energética del Caribe, bajo los acuerdo del ALBA y PetroCaribe, impulsados por Cuba y Venezuela.

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