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martes, 13 de septiembre de 2011

Estudios de Medicina: una utopía global que en Cuba se facilita

Iniciaron el nuevo período académico en la Isla más de 20 mil estudiantes de esa carrera de 108 países

Héctor R. Castillo Toledo
    
César Magnus es hijo de una familia boliviana de bajos ingresos. Junto a un primo se alistó hace ya algunos años para venir a estudiar Medicina a Cuba, y ahora, en recompensa al esfuerzo, está a punto de concluir su carrera, motivo sobrado de alegría entre sus hermanos y sus padres, también de la novia, igual que él casi al titularse, aunque ella lo hace con el grupo que cursa el último tramo de práctica y docencia allá en su tierra natal.
Cuando nos conocimos, ambos en calidad de pacientes en el umbral del quirófano donde nos intervendrían para extirpar la vesícula por mínimo acceso, César casi se estrenaba en los trajines de la Medicina. Pero salió adelante de aquella trampa del destino y hoy es todo un "veterano" dentro del ejército de más de 20 mil jóvenes de batas blancas de 108 países de América, África, Asia y Oceanía que se forman en las universidades médicas de todas las provincias cubanas.
El curso escolar 2011-2012 se inició oficialmente este lunes 12 en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), ubicada en las afueras de La Habana. La institución insignia del proyecto ideado por el líder cubano Fidel Castro abrió su duodécimo período lectivo con una matrícula de unos 2 300 estudiantes.
Hasta la fecha, la ELAM ha graduado a unos 10 mil galenos bajo los prncipios enunciados por Fidel durante la apertura de la escuela, con una elevada preparación científico-técnica, humanista, ética y solidaria.
Porque conversamos largo y con frecuencia de cualquier tema, desde política hasta deportes, de cocina y los contrastes de la geografía boliviana, sé que César no defraudará el postulado fidelista de un médico de elevado sentido solidario y humano.
Será como otra semilla plantada en el suelo fértil de la América Nuestra, justo para crecer y dolerse con la causa de los desvalidos, de aquellos de causas preteridas que hoy luchan por crearse un espacio a golpe de confianza en el futuro y en la posibilidad de un mundo mejor y más equitativo.

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