Sionista Ros-Lehtinen excluye a España de una reunión sobre Palestina

Declarada defensora del estado sionista de
Israel, Ileana Ros-Lehtinen comparece ante
un mitin de la Coalición Republicana Judía.

La opinión del Gobierno español sobre la voluntad de Palestina de ser reconocida como Estado en Naciones Unidas, debatida este viernes en Nueva York, no parece ser muy valorada en Estados Unidos.
Según un reporte de ABC, hace unos días el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes convocó una audiencia con embajadores de los principales países europeos para conocer su posición sobre la iniciativa, reunión de la cual los organizadores excluyeron al gobierno español.
¿Razones para tal desaire?
Según especulan medios diplomáticos consultados por la fuente, todo provino, al parecer, de los permanentes alardes de España de mantener buenos contactos en Oriente Próximo y, especialmente de tener una buena relación con los palestinos.
De ahí que el embajador hispano no figurara entre los invitados, que fueron Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Holanda y Portugal, además de otros dos países no miembros de la UE: Canadá y Noruega.
Y comoquiera que la presidenta del citado comité resulta la congresista por Florida Ileana Ros-Lehntinen, de abiertas y declaradas posiciones proisraelíes y muy crítica con la actuación del Gobierno español en Cuba, se explica entonces hayan pasado por alto la opinión española respecto al espinoso asunto que hoy centró los debates durante la jornada en la 66 Asamblea General de las Naciones Unidas.

Fanática Defensora del Estado Sionista

Entre sus frecuentes ataques al Presidente Hugo Chávez y su acostumbrada retórica contra Cuba, la congresista yanqui de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen cuida también, y con celo, sus relaciones con Israel.

Ros-Lehtinen en Sderot, frontera
con Gaza, junto al empresario
multimillonario del Sur de la
Florida Stanley Tate, uno de los
más generosos padrinos de sus
campañas electorales.

Ros-Lehtinen nunca ha escondido sus convicciones sionistas y consagra mucha energía en el Congreso no solo a la defensa de Israel sino del conjunto de los intereses estadounidenses y geopolíticos de este estado, junto a los 4 000 lobbyistas pro-israelíes con que cuenta Washington.
Durante un viaje a Israel, en 2009, priorizó una visita al pueblo de Sderot, en la frontera con Gaza, donde condenó a la resistencia palestina en términos característicos de los órganos de propaganda sionista.
Su "denuncia" la hizo en presencia de uno de los más generosos padrinos de sus campañas electorales, el empresario multimillonario del Sur de la Florida, Stanley Tate.
Tate y su tropa regalaron unos 700 000 dólares, ese propio año 2009, en contribuciones a las campañas de sus candidatos favoritos que incluyen a todos los portavoces de la derecha anticubana más exacerbada.
Ros-Lehtinen y su delegación, que incluía a su ex marido, Dexter Lehtinen, se reunieron sucesivamente con los más importantes personajes del estado sionista.
Conversaron con el presidente Shimon Peres, el primer ministro Benjamin Netanyahu, el ministro de la defensa Ehud Barak, sin olvidar al presidente del banco central Stanley Fischer y el alcalde de Jerusalem Nir Barkat.
El viaje de Ileana Ros-Lehtinen y sus socios -entre ellos el gobernador de Texas, Rick Perry- se desarrolló del 10 al 15 de agosto y fue organizado por la firma Global Capital Associates, una empresa privada que se dedica a estimular contactos políticos a favor de Israel.
En una entrevista con el diario digital Forward, el 14 de octubre del 2005, Ros-Lehtinen habló por primera vez de su ascendencia judía, asunto del cual, dijo, pocos de sus electores conocen.
Sus abuelos maternos eran judíos sefarditas procedentes de Turquía que se radicaron en La Habana en los años 50.
Su abuelo Jacobo Adato Levy fue un respetado líder religioso de la comunidad judía habanera, fundó sinagogas y se quedó en Cuba después de la Revolución hasta su fallecimiento.
Aunque no lo reconoce, Ros-Lehtinen siempre se benefició de sus orígenes: es una de las representantes con mejor vinculación con el AIPAC (American Israel Public Affairs Committee), el omnipresente y omnipotente lobby judío de Washington.
El mencionado viaje a Israel fue el séptimo que realiza la congresista republicana vinculada a la mafia terrorista cubanoamericana que calificó a Israel de "mayor aliado de los Estados Unidos en contra de los extremistas violentos".
Cómo esperar entonces que la congresista invitara al embajador español a la audiencia donde cocinarían el modo de meter más presiones para conseguir, finalmente, el ansiado y anunciado veto estadounidense ante el Consejo de Seguridad cuando corresponda votar el tema del status de Estado Soberano al pueblo milenario de la Palestina.