Fue una mujer de valía y elevado espíritu, porque así tenía que ser para sacar adelante la dura infancia de cinco vástagos allá en la pobreza de Villa Fiorito, allí en los placeres donde el Diez le dio sus primeras patadas a un balón. Su carácter lo ilustra esta anécdota narrada por el propio Maradona: “Cuando eramos chicos, a veces, la Tota hacía como si le doliera la panza para no comer, porque no alcanzaba para todos”.
Un pequeño ejemplo de amor y sacrificio de una mujer sencilla, que le puso el pecho a las contrariedades de la vida sin hacer alharacas ni victimizarse. El episodio fue rescatado por los periodistas Enrique Escande, Diego Bornsky y Carlos Werd en su libro Las anécdotas del fútbol. La Viruta.
Yo les regalo esta crónica aparecida hoy en el suplemento de deportes del diario argentino Día a Día y que ilustra cómo los argentinos acompañan al Pelusa en su dolor:
Murió Doña Tota... ¡Madre de Dios!
A los 81, se fue la mamá de Diego Maradona, la mamá del fútbol
¡Qué lindo! Diego con la camiseta de la T y el desayuno en la cama. |
Julio Moya
La tristeza es eso que sentís cuando te dicen que no hay vueltas. No cuando decís por decir “estoy triste”. Y el dolor no es un tajo con una cuchilla en la pierna. El dolor es otra cosa. Es una presión en el pecho que se mezcla con la sangre y se dispersa por las venas. La contraindicación de la felicidad. Es algo ácido. Es algo cruel.
Y mucho más cuando te dicen que tu vieja ya no está. Cuando ya la ves en el recuerdo. En la nostalgia. Cuando le escuchás los gritos a lo lejos. Pero ya no está.
Cuando tu vieja se muere, se mueren un montón de cosas. El primer día en el jardín de infantes. El desayuno en la cama. Las navidades y las tortas de cumpleaños.
Y hoy es uno de esos días. Porque no hay nada más feo en el mundo que alguien te diga: “Che, se murió mi vieja”. Y la tele lleva y trae esa noticia. Y es un mensaje para nosotros. Es como pensar, tengo que estar ahí. Pero estoy acá y acompaño como puedo, mirando el video de aquel tango... “El sueño de pibe”. Y se reconfirma y te mordés los labios y pensás en lo que ha sido esa vida.
La Tota esto, la Tota lo otro. Si la Tota me escuchara. La Tota me reta. Tota te amo. Perdón Tota. Gracias Tota. Chau Tota.
Una mujer se recibe de madre cuando se pone pantalones en lugar de polleras. Y eso siempre ocurre. Cuando todos te dicen que sos el peor hijo del mundo y ella te dice que no, que están equivocados. Una mujer se recibe de madre cuando hace lo que nadie hará por su hijo. Y aunque la vida te brille de fama, de gloria, de luces, será ella la única que estará a tu lado en las sombras.
Porque la vieja es la vieja. Y hoy es un día triste. Porque no hay nada más feo en el mundo que alguien te diga: “Che, se murió mi vieja”.
Dalma Salvadora Franco se apagó ayer a los 81 años. Murió la Tota. La madre de Maradona. La madre del fútbol. ¡Madre de Dios! (Tomado de Día a día / deportes)
No hay comentarios:
Publicar un comentario