Juan Carlos Ventura encontró en Cienfuegos su segunda familia. / Foto: Efraín Cedeño |
Dagmara Barbieri López
Juan Carlos Ventura llegó a Cienfuegos hace unos siete años, junto a más de trescientos hondureños a desarrollar aquí su vocación médica, ensalzada con dotes humanistas, solo permisible en esta isla caribeña, faro de hidalguía y solidaridad.
Esta vez eran estudiantes del programa de formación de médicos de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), y tenían la particularidad de albergarse en hogares cubanos, a diferencia de quienes lo han hecho en las Escuelas Latinoamericanas de Medicina (ELAM). Tocó a María Justina y Eloisa, vecinas de Pueblo Griffo suplantar el amor de la familia de Juan Carlos, allá en el pobladito de Santa Elena, departamento de La Paz.
Ese afecto acompañará este sábado al joven del altiplano, cuando en el cine teatro Luisa egrese como mejor graduado integral del grupo. Sus consanguíneos, padres y la numerosa prole de once hermanos, no tuvieron recursos para venir, pero allí estará su segunda familia, con la recompensa inmensa de haber hecho el bien.
En los recuerdos del joven médico quedarán siempre los más recurrentes: el primer diagnóstico, la prueba de Bioquímica, la guardia inicial, pero otros serán privativos, entre ellos la cubanía de haber corrido las calles en campeonatos deportivos, iniciativas de participar en el combate de epidemias respiratorias en niños cienfuegueros e insuperables evocaciones de este cariño.
Aunque Cuba inició la tradición del internacionalismo en Salud hace 48 años, con el envío de galenos a Argelia, en noviembre de 1998, tras el paso del huracán Mitch, inauguraba una nueva modalidad de cooperación en la Patria Grande.
La idea tuvo su expresión concreta en la aplicación de acciones diseñadas para la ayuda asistencial gratuita en Latinoamérica y el Caribe y la contribución más importante ha sido el programa de formación de médicos en este continente.
Así esparce del río Bravo a la Patagonia. nuevos conceptos de integración, encaminados a paliar decadentes estructuras de explotación colonial y neocolonial, por más de 500 años depredadoras de la riqueza de nuestros pueblos.
Este sábado, la graduación en el Cine-Teatro Luisa será la primera en el país de esta modalida denominada Médicos del ALBA, los 332 estudiantes titulados, entre los cuales figuran hondureños, bolivianos, paraguayos, guatemaltecos y venezolanos, son muestra elocuente de nuestra hermosa obra y de cuánto hace este pequeño país por llevar los bellos sueños a todas las latitudes, a pesar del férreo bloqueo con el cual los promotores del Norte atenazan a Cuba con la pretensión de hacer flaquear al pueblo desde hace más de medio siglo.
Nuestros parabienes para quienes siguen apostando por ese otro mundo mejor posible y avizoran las luces de un eterno amanecer, incluso a contrapelo de quienes tildan tales sueños como utopías.
wow que articulo màs interesante Felicidades Juan Carlos Ventura!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarFelicidades a estos dignos Hondurenios,, entre ellos mi amado hermano Allan Villanueva.
ResponderEliminar