Profesores, personal sanitario, trabajadores de aduanas y recolectores de residuos son algunos de los cientos de miles de empleados públicos británicos que iniciaron una medida de fuerza que dejó sin clases al 80 por ciento de los colegios, paralizó el servicio de ferrocarriles, frenó el servicio de limpieza y obligó a los aeropuertos a contratar personal auxiliar para mantener los vuelos. Protestan contra los recortes en las pensiones y el aumento de la edad jubilatoria dispuesta en el marco de la crisis. El gobierno de David Cameron llamó a los sindicatos a volver a la mesa de negociaciones, al considerar que las huelgas no aportan nada porque, "simplemente no hay más dinero para repartir".
"Este país debe tomar algunas medidas duras para terminar con sus deudas", dijo el titular del Tesoro, George Osborne para justificar las medidas de "ahorro" en los servicios públicos que generó el mayor paro que vive ese país en los últimos 30 años.
Los sindicatos estiman que al menos 300 mil trabajadores del sector estatal se sumaron a la huelga en Escocia, en tanto que otros 170 mil hicieron lo mismo en Gales. Con respecto a la situación de Salud, muchos hospitales habían cancelado al menos 60 mil cirugías que no fueran de emergencia. En Inglaterra unas 400 mil enfermeras, paramédicos y personal médico se sumaron a la huelga general.
Los gremios protestan por planes del gobierno respecto a las jubilaciones de los empleados estatales, que no sólo tendrán que trabajar durante más tiempo, sino también aportar más al fondo de pensiones y recibir menos de las arcas públicas, una vez jubilados. El secretario general de la asociación sindical TUC, Brendan Barber, señaló que los servicios públicos se han visto "atacados" porque los planes del gobierno son demasiado extremos.
Por su parte, Osborne criticó la huelga porque, asegura, provocarán aún más pérdidas en la ya maltrecha economía británica, y pondrá en peligro más puestos de trabajo. No obstante, reconoció "años duros", con menos crecimiento económico para el país. De hecho, reconoció, el año fiscal en curso 2011-2012 tendrá que asumirse un nuevo endeudamiento de 127.000 millones de libras (unos 149 mil millones de euros).
Por su parte, el titular de Asuntos económicos en la oposición, el laborista Ed Balls, criticó los planes de recortar pensiones. "Todos tienen que sacrificarse, incluso el servicio público", pero los planes del gobierno "no son adecuados", señaló. (Con información de agencias)
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