Si bien durante el transcurso de los debates y las discusiones que agruparon a jóvenes, mujeres, trabajadores e indígenas fueron tratadas muchas temáticas que preocupan a la región, Cuba y Argentina ganaron consenso entre los participantes.
Así quedó plasmado en la clausura del evento, a cargo del presidente de Bolivia, Evo Morales, quien ante un auditorio copado llamó a Estados Unidos a sumarse al clamor de los pueblos de la región en torno a la inclusión de Cuba y la soberanía de Argentina sobre las Malvinas.
Morales se dirigió directamente a la secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, y retomó las palabras que la jefa de la diplomacia estadounidense pronunció previamente en el mismo recinto.
"Es importante recoger las palabras de Clinton cuando dice que se debe acabar con la exclusión y discriminación; con todo respeto, apelo a una mujer de Estados Unidos para que se sume a los países de América a convocar a Cuba a esta Cumbre", subrayó.
El presidente boliviano también llamó a Washington para que se sume al pedido de reafirmar que las Malvinas son de Argentina y de América.
Estados Unidos y Canadá son los únicos países del continente que se oponen a la participación de Cuba a las Cumbres de las Américas y a apoyar a Argentina en su reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas.
Previo a las palabras del mandatario boliviano, el canciller argentino, Héctor Timerman, llamó a la sociedad civil a pedir a sus gobiernos apoyar una resolución sobre el reclamo de su país en torno a su soberanía sobre las Islas Malvinas.
La agresión colonial contra un país es una agresión colonial contra todos, dijo Timerman, y recordó que una parte del territorio argentino está bajo el dominio colonial del Reino Unido desde 1982.
Por otra parte el canciller de Perú, Rafael Roncagliolo, expresó que no se puede entender que algún Estado se oponga a la descolonización de un territorio, como en el caso de las Malvinas, que es un residuo colonial.
Ambos titulares igualmente rechazaron la exclusión de Cuba a este foro hemisférico y exigieron su inmediata inclusión en este tipo de eventos.
A su turno, el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Héctor Lacognata, se expresó en similares términos y llamó a unir fuerzas para cambiar el modelo económico y social imperante, al tiempo que condenó el aislamiento injustificado de Cuba.
Pese al rechazo y condena de la comunidad internacional, el gobierno de Estados Unidos aplica desde hace más de cinco décadas un férreo bloqueo económico, comercial y financiero contra la Mayor de las Antillas, en cuyo suelo mantiene ilegalmente y contra la voluntad del pueblo un enclave naval militar, convertido en un centro de reclusión que viola todas las leyes y normas del derecho internacional e incluso las de la propia nación norteña.
Cuba fue expulsada de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1962, bajo presión de la Casa Blanca y los grupos de poder que no toleraron la instauración de un gobierno revolucionario y popular en la Isla, a partir del primero de enero de 1959.
Hace tres años, durante una cita en la ciudad hondureña de san Pedro Sula, el organismo eliminó las sanciones contra Cuba, pero Washington persiste en mantener aislado al gobierno cubano del concierto de naciones americanas.
En esta VI Cumbre de las Américas participarán 33 países del continente americano, a excepción de Cuba y Ecuador, cuyo presidente, Rafael Correa, no asistirá al encuentro continental en protesta por la exclusión de la isla caribeña.
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