Según la CCCB, la designación de mejor receptor en la etapa regular correspondió al internacional tunero Yosvani Alarcón, un máscara de corte ofensivo pero, a sus 27 años, con mejorías notables en sus habilidades defensivas.
Alarcón, que durante la serie compiló .370 de promedio de embasado (OBP), disparó 15 cuadrangulares, anotó 52 carreras y remolcó 56, obtuvo el 91.7 por ciento de los votos y superó sin muchos contratiempos al principal estandarte de la receptoría cubana, el villaclareño Ariel Pestano.
En primera base, los sufragios señalaron de manera unánime al slugger cienfueguero José Dariel Abreu, inicialista titular de la selección nacional en los últimos torneos extrafronteras.Sus números en la Serie dejaron con la boca abierta a propios y extraños. En 87 partidos sacudió 35 jonrones (uno cada 8,1 veces al bate), impulsó 99 compañeros para el plato, lideró a los bateadores con porcentaje ofensivo de .394, y exhibió un OPS ascendente a mil 379.
Sus prestaciones de OBP: 542 también dejaron claro que su nivel está muy por encima del reinante en la actualidad en el béisbol cubano. Además registró 40 ponches en 384 comparencias ofensivas oficiales (uno cada 9,6).
Entre segundas bases la competencia estuvo más reñida, pero finalmente el santiaguero Héctor Olivera fue el agraciado con el 58,3 por ciento de las papeletas.
Olivera, por mucho el mejor camarero de Cuba, desforró la Mizuno 200, sin embargo solo jugó 60 partidos debido a una lesión, un handicap que no pudieron aprovechar sus rivales en la posición para sacarlo del Todos Estrellas.
El astro indómito, integrante del equipo Cuba en los últimos certámenes internacionales de primer nivel, incluido el II Clásico Mundial, llevaba 17 bambinazos en el momento de su percance, bateada para .340, ostentaba OBP:462, y OPS:mil 88, cifras destinadas únicamente a jugadores considerados fuera de liga.
En la tercera almohadilla, como viene siendo habitual en las últimas campañas, el espirituano Yulieski Gourriel se robó el espectáculo, con el 91,7 por ciento de las preferencias en la CCCB.
Considerado por algunos como el jugador más completo del béisbol cubano, Gourriel desapareció 22 pelotas de los estadios nacionales, empujó 85 carreras, se robó 14 bases en 18 intentos, y sus promedios ofensivos fueron respetables (OBP:434, OPS:mil 20).
El integrante del campo corto en el equipo soñado de la temporada fue el holguinero Yordan Manduley, avalado sobre todo por la conjunción ofensiva-defensa que lo llevó a obtener el 66,6 por ciento de los votos.
Con el madero promedió para .351, mientras a la defensa exhibió un fantástico .985, superando a jerarcas de la posición como el cienfueguero Erisbel Arruebarruena, el villaclareño Aledmis Díaz y el tunero Alexander Guerrero.
Entretanto, los tres jardineros escogidos obtuvieron el ciento por ciento de las simpatías. Estos fueron los casos del granmense Alfredo Despaigne -cuarto bate del equipo Cuba desde finales de 2009-, el prospecto matancero de 20 años Guillermo Heredia, y el internacional avileño Rusney Castillo, recientemente coronado campeón de Cuba.
Además de conformar el Todos Estrellas, Despaigne también fue designado Jugador Más Valioso (MVP, por sus siglas en inglés) de la temporada regular, en dura porfía con Abreu.
El guardabosques de los Alazanes de Granma recibió finalmente la distinción gracias a su récord absoluto para Series Nacionales de 36 cuadrangulares y sus 105 carreras remolcadas, además de sus descomunales OBP:479 y OPS:mil 174.
Como mejor lanzador derecho del año fue seleccionado el avileño Vladimir García, el serpentinero zurdo escogido fue el granmense Leandro Martínez, y la candidatura más sólida de relevista más destacado fue la del holguinero Pablo Millán Fernández.
García libró una dura batalla contra el espirituano Ismel Jiménez -líder en victorias en el campeonato con 17-. Sus bazas fundamentales recayeron sus 14 triunfos, en su promedio de efectividad 1.71, el mejor de todos, y el average ofensivo que permitió a sus oponentes de solo .201, además de completar 11 de sus 22 aperturas en la etapa regular, en la que encadenó 10 éxitos al hilo.
El novato del año fue, de manera unánime, el lanzador tunero Carlos Juan Viera, el designado elegido fue el industrialista Serguei Pérez, el MVP de la postemporada fue Vladimir García, y la distinción de manager del año fue a parar a las vitrinas del timonel de Ciego de Ávila, Roger Machado, vigente monarca nacional.
Defensivamente, los Guantes de Oro fueron para el receptor artemiseño Danger Guerrero, el inicialista guantanamero Yoennis Southeran, el segunda base de solo 18 años de edad, de la Isla de la Juventud Andy Ibáñez, el antesalista avileño Raúl González y el torpedero Manduley.
Los jardineros más brillantes con la mano enguantada fueron Castillo, Heredia, y el villaclareño Yuniet Flores, mientras el lanzador más hermético a la defensa fue el granmense Alberto Soto.
La premiación de estos astros del béisbol cubano, según la CCCB, se realizará de manera tentativa a principios de julio venidero, aunque la fecha exacta aún está por definir. (Con información de Prensa Latina)
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