La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, en su calidad de anfitriona, fue la encargada de leer las conclusiones finales de la cumbre de mandatarios del Mercosur que se realizó en la provincia de Mendoza.
Entre los anuncios se destaca el ingreso de Venezuela al bloque comercial, que será formalizado el próximo 31 de julio en un encuentro de presidentes que se realizará en Río de Janeiro.
Como ya habían adelantado los cancilleres en la reunión previa, el documento final incluye, además, la suspensión a Paraguay hasta tanto se realicen elecciones presidenciales y aclara que, “de ningún modo” se aplicarán sanciones económicas.
“El Mercosur va a respetar la voluntad del pueblo paraguayo, en elecciones libres, democráticas, sin proscripciones y cualquiera fuese su resultado“, aclaró la jefa de Estado argentina
“Gracias a todos por sus intervenciones, gracias a todos por sus propuestas, gracias a todos por compartir un sentido común de lo que es la democracia en esta región del planeta“, completó la jefa de Estado.
Alertan sobre ocurrencia de "Golpes suaves"
Antes, durante el discurso inaugural de la cita mendocina, la mandataria anfitriona calificó hoy como una “parodia” el juicio político que derivó en la destitución de Fernando Lugo en Paraguay, y advirtió contra los “golpes suaves” en la región.
“Ha habido una ruptura del orden democrático en la República de Paraguay. Me pareció una parodia de juicio lo que se llevó a cabo contra Lugo. No hay en el mundo un juicio político en el que no haya posibilidad de defensa”, aseguró Fernández
La mandataria afirmó además que la posición de Argentina, que hoy entregará la presidencia temporal del bloque a Brasil, “no es tomar ninguna medida de carácter económico que perjudique al pueblo paraguayo”.
“Tenemos muy en claro todos los pueblos de América del Sur que las sanciones económicas nunca la pagan los gobiernos; siempre la pagan los pueblos y si algo es carne viva aquí es que ninguno de nuestros pueblos pueda sufrir por la decisión de la dirigencia política”, subrayó.
La crisis en Paraguay, que ha sido suspendido de esta cumbre por los restantes países del bloque (Argentina, Brasil y Uruguay), se convirtió en el eje central de la reunión y será también el tema de la cita presidencial de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se desarrollará al término de la Cumbre de Mercosur.
Según Fernández, la de Mendoza será “una reunión histórica” porque se plantea si los gobiernos suramericanos son “capaces de seguir sosteniendo esta legalidad y esta legitimidad y que no se instalen en la región los golpes suaves, no ya bajo dictaduras militares sino de movimientos que, bajo la pátina de cierta institucionalidad, son el resquebrajamiento del orden institucional”.
La presidenta apuntó que si bien las constituciones de la región contemplan el juicio político, establecen todas las “garantías para el debido proceso” y requieren “determinados tiempos y formas”.
La mandataria argentina subrayó el hecho de que “la Unasur no reúne a presidentes que piensen igual en todo” y lo “valioso” es que todos han reaccionado “en forma unánime rechazando este tipo de intentos de ruptura del orden democrático”.
“Como dijo (el escritor argentino) Jorge Luis Borges, por ahí no nos une a todos el amor, pero sí nos une el espanto”, agregó.
Recordó que la Unasur se reunió también tras otros “intentos de ruptura del orden democrático”, como los ocurridos en Bolivia y Ecuador.
A las citas de Mendoza asisten, además de Fernández, los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff; Uruguay, José Mujica; Perú, Ollanta Humala; Bolivia, Evo Morales; Chile, Sebastián Piñera; Ecuador, Rafael Correa; y Surinam, Desiré Bouterse.
Los otros países miembros (Colombia, Venezuela y Guyana) están representados por cancilleres u otros altos funcionarios.
Poco antes de que se diera a conocer el traspaso de la presidencia protémpore de Mercosur a Brasil, el presidente Hugo Chávez, desde Caracas, saludó la decisión del bloque regional.
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