El enorme desfile de paz que tuvo lugar en Chile y en el que participaron unas 3.500 personas para conmemorar a las víctimas del régimen militar del general Augusto Pinochet, culminó con actos de violencia policial contra los manifestantes.
Muchos de los participantes del desfile que se dirigían hacia el cementerio, donde se encuentra el monumento a los Detenidos Desaparecidos durante la dictadura de Pinochet, llevaron las fotos de sus familiares, víctimas de la represión.
Más de un centenar de manifestantes enmascarados construyeron barricadas alrededor del cementerio, bloquearon calles y se enfrentaron con las fuerzas de Carabineros.
La Policía respondió con cañones de agua, gases lacrimógenos y perdigones. Varias personas fueron detenidas.
La marcha fue organizada para recordar el golpe militar que derivó en el derrocamiento, el 11 de septiembre de 1973, del presidente constitucionalmente elegido, Salvador Allende.
Tras el golpe, Augusto Pinochet asumió el Gobierno y se mantuvo en el cargo durante 17 años. En ese período, más de 3.000 personas fueron asesinadas, mientras que alrededor de 30.000 fueron encarceladas y torturadas.
Según las palabras de Lorena Pizarro, que encabeza la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, la gente que gobierna el país es elegida “no para reprimir, no para invisibilizar el tema de los derechos humanos, sino para terminar con la impunidad y avanzar en verdad y justicia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario